¡No valga la redundancia!. Juan Domingo Argüelles
Читать онлайн книгу.(de “gente”) y “hombrecillo” (de “hombre”). Por ello, las expresiones “breve notita” y “pequeña notita” no sólo son redundantes, sino redundantísimas, si pudiéramos utilizar este superlativo. En conclusión, no hay “nota” que no sea, por definición, “breve”, “corta” o “pequeña”, y si a esto le agregamos el diminutivo al sustantivo “nota” (“breve notita”, “pequeña notita”), la hacemos más “pequeña” y más “breve”; tan pequeña, tan breve (insignificante: “muy pequeña”) que es como si dijéramos y escribiéramos “pequeño textito” que, ya siendo “pequeño” un “texto” o “enunciado”, es transformarlo en textículo. Caso contrario es el de los contrasentidos “extensa nota”, “nota extensa” y, en el colmo del desconocimiento de los géneros informativos, “extensa nota periodística”. El adjetivo “extenso” (del latín extensus) significa “que tiene extensión”, y el sustantivo femenino “extensión” (del latín extensio, extensiōnis) significa “acción y efecto de extenderse”, donde el verbo transitivo y pronominal “extender”, “extenderse” (del latín extenděre) significa “dilatarse, explayarse” (DUE), ocupar más espacio. Ejemplos: Su discurso pecó de extenso; A menor extensión, menos espacio; Quiere extender sus propiedades ilegalmente. Hay que utilizar la lógica, especialmente en la escritura que nos da siempre la oportunidad de repensar lo que expresamos, a diferencia del habla, que nos brinda muy poco esta oportunidad. Cuando hablamos de “nota”, ya estamos diciendo que se trata de un texto breve, y si decimos “notita”, por lo general y en función del contexto, no nos referimos a su extensión sino a dos posibles características: la afectiva o la peyorativa, que también son cualidades que pueden denotar el uso del sufijo diminutivo en un vocablo. Ejemplos de diminutivo afectivo: Te he enviado una notita con todo mi amor; Espero que hayas recibido mi cariñosa notita. Ejemplos de diminutivo desdeñoso, despectivo o peyorativo: Lo leí en una insulsa notita y, peor aún, Publicó eso en una pinche notita que nadie leyó. En conclusión, no tiene caso empequeñecer más la “nota” que, por definición, ya es pequeña o breve. Basta con decir y escribir “nota”; y, ya de plano, evitemos eso de “pequeña notita” que ya es rebosar la olla de las redundancias. Por otra parte, como también ya quedó demostrado, una “nota” no puede ser “extensa”, puesto que, por definición, es “breve” y, tratándose de escritos periodísticos, no existe el género de “nota extensa”, sino, simplemente, de la “nota”, y si el escrito publicado es extenso, será un “artículo”, un “reportaje” o una “entrevista”, pero, definitivamente, no una “nota” ni una “noticia”. Las expresiones “nota extensa” y “extensa nota” constituyen contrasentidos. Usemos el coco para una de las cosas más decisivas en nuestra vida: comprender las proporciones de las cosas.
En uno de los libros más vendidos, y supuestamente más leídos, de los “escritores más exitosos” Jack Canfield, Mark Victor Hansen, Patty Hansen e Irene Dunlap, Sopa de pollo para el alma de los niños: Relatos de valor, esperanza y alegría, uno de los relatos (bastante soso, por cierto) se intitula “La pequeña nota”, y todo el tiempo se refiere, del siguiente modo, a lo que ya anuncia el título:
Era suficiente con titular el relato “La nota” y referirse todo el tiempo a
36. ¿breve resumen?, resumen, ¿resumen breve?, ¿resumen completo?, ¿resumen corto?, ¿resumen largo?, resumir, ¿resumir abreviadamente?, ¿resumir brevemente?
Si en la escuela nos piden, como tarea, un “resumen” de El principito, y entregamos veinte cuartillas, ¿en dónde está el resumen? En ningún lado, no lo hay, porque el verbo transitivo “resumir” (del latín resuměre) significa “reducir a términos breves y precisos, o considerar tan solo y repetir abreviadamente lo esencial de un asunto o materia” (DRAE). Ejemplo: Resumió Cien años de soledad de una manera inconexa. De ahí que el sustantivo masculino “resumen” sea la “acción y efecto de resumir o resumirse” y la “exposición resumida de un asunto o materia” (DRAE). Ejemplo: Se le pidió un resumen, pero no tiene idea de cómo resumir. De ahí la locución adverbial “en resumen”, que significa “resumiendo, recapitulando”. Ejemplo: En resumen, el proyecto no es viable. También, el adverbio “resumidamente”: “de manera resumida” y “brevemente, en pocas palabras” (DRAE). Ejemplo: Resumidamente, su exposición fue incomprensible para todos. El adjetivo “breve” (del latín brevis) significa “de corta extensión o duración” (DRAE). Ejemplo clásico: Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Y, si lo “breve” es algo “de corta extensión o duración”, debemos saber que el adjetivo “corto” (del latín curtus) se aplica a una cosa “que tiene menor longitud de la normal” (DRAE). Ejemplo: Antología del cuento corto. El perfecto sinónimo de “resumir” es “abreviar” (del latín tardío abbreviāre), verbo transitivo que significa “hacer breve, acortar, reducir a menor tiempo o espacio” (DRAE). Ejemplo: Le pidieron que