Fiesta y drama. Varios autores

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Fiesta y drama - Varios autores


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los gastos de insumos y sueldos, también para responder con la deuda que contraían con el Banco del Estado en ese periodo. Don Francisco Guajardo, subdelegado comunal en el gobierno de la Unidad Popular, señala que hacia el año 1973, Los Lagos lideraba el ranking de productores de trigo en esa temporada; se sembraron cerca de 2.500 hectáreas de trigo:«… para poder dar cumplimiento a esto, como autoridades (…) teníamos que ir al campo, conversar con los 5 ó 6 representantes de cada asentamiento y decirles que la tarea era hacer producir la tierra, no era para tenerla tirada, se expropió esta tierra para hacerla producir más que cuando estaban en manos de propietarios, los patrones (…) tenemos la tierra y debemos poner el esfuerzo para producir, de lo contrario nadie nos va a venir a dar…»66.

      Lo significativo de la reforma agraria para los campesinos asentados de la comuna de Los Lagos en los años de la Unidad Popular se puede visualizar también en la creciente organización sindical que se llevó a cabo en aquel periodo. En la comuna se lograron organizar cuatro sindicatos agrícolas: sindicato «Esperanza del Sur», sindicato «El Despertar Campesino», «Venceremos Unidos» y el sindicato «Porvenir». La situación previa a 1970 mostraba a una sociedad rural escasamente organizada en la actividad sindical; al respecto, don Alberto Chacón, exfuncionario de la CORA, nos dice: «Bueno, aquí en Los Lagos, hasta ese momento la parte sindical poco se conocía, o sea en las zonas rurales; claro que en las áreas urbanas había empresas que fomentaban la sindicalización, pero en la parte rural no se conocía mucho, porque al patrón no le convenía y por desconocimiento de los propios trabajadores, tampoco se organizaban… entonces había un adormecimiento y no se avanzaba en ese aspecto»67.

      En relación a la labor ejercida por los sindicatos, don Rodolfo Rojas, excampesino asentado y dirigente del asentamiento «Los Valientes de Santa Julia», nos cuenta: «Yo por mi parte hallaba bueno tener representación…muchas cosas se hacían por medio de los sindicatos… yo hallaba que era bueno, muy bueno que hubiera un intermediario, era más fácil… los sindicatos se ayudaban unos con otros, fue bueno, fue un apoyo…»68. Así también lo recuerda don Joel Leal, excampesino asentado, al contarnos sobre las gestiones que realizaban los sindicatos en apoyo a los asentamientos y a los campesinos, «aquí recibimos mucho apoyo de los sindicatos, todos los meses se hacían reuniones, se daban a conocer las metas… todo se hacía a través de una asamblea, cuánta era la producción de leña, madera, y todo tipo de cosechas»69.

      La labor de los dirigentes campesinos de los asentamientos y de los sindicatos agrícolas fue muy importante durante este periodo, pues ofrecieron apoyo y orientación en cuanto al trabajo, motivándolos a elevar el nivel de producción de los campos, promoviendo la cooperación mutua y sirviendo de representantes de los campesinos en el ejercicio de sus derechos.

      Así, la reforma agraria permitió al campesino visualizar críticamente su condición de campesino apatronado y semimarginado de la sociedad chilena, así como su derecho histórico a la propiedad de la tierra. Desde el inicio del proceso de Reforma Agraria en la comuna, este fue visto como una oportunidad real de acceso a la tierra, en un sentido de colectividad, es decir, para trabajarla organizadamente, en este caso en el sistema de asentamientos campesinos.

      La nueva situación que caracterizó la vida de los campesinos asentados en la comuna de Los Lagos, de la mano de la Reforma Agraria, contribuyó al fortalecimiento de la propia identidad campesina, proceso que se caracterizó por el logro de la igualdad y la justicia que tanto se había difundido. Los campesinos pasaron a transformase en los nuevos actores sociales, conscientes del proceso que estaban viviendo y con nuevas y mejores expectativas de vida y de trabajo, situación que se manifestó en la creciente participación en la actividad sindical que tuvieron los campesinos asentados de la comuna de Los Lagos durante los años de la Unidad Popular.

      Sin embargo, el intenso proceso llevado a cabo en la comuna de Los Lagos durante los años de la Unidad Popular se vio abruptamente interrumpido con la intervención de la dictadura militar, comenzando a gestarse un nuevo escenario político, social y económico en la zona, caracterizado por la represión a los dirigentes de asentamientos y sindicatos, y la trasformación en el sistema de asignación de la tierra. La interrupción del proceso de reforma agraria en la comuna de Los Lagos provocó un gran impacto en las vidas de los campesinos asentados y los dirigentes, pues significó una transformación, un retroceso de todo lo logrado hasta ese periodo. En relación a la intervención de la dictadura en el proceso, don Alberto Chacón, exfuncionario de la CORA, nos señala que: «El golpe de Estado fue un quiebre totalmente brusco, un golpe represivo, un golpe a todas las personas, que detuvo abruptamente todo lo que se había echado a andar en el campo, la producción, los créditos, con el golpe se viene todo abajo»70.

      Si bien varios asentamientos campesinos en la comuna de Los Lagos siguieron funcionando por dos o tres años después del golpe, la realidad que caracterizó el trabajo y las relaciones de los campesinos en este sistema de tenencia de tierra sufrió abruptas transformaciones. En un breve tiempo comenzó a desarticularse la organización sindical, se originaron cambios en los funcionarios de la CORA y en los dirigentes de asentamientos. Sumado a todo esto, comienza a efectivizarse la asignación de tierra de manera individual, lo cual produjo entre los asentados un hondo desconcierto, puesto que la falta de apoyo por parte del Estado los dejó entregados a su suerte, sin tener acceso a créditos para continuar produciendo sus predios y sin asistencia técnica, dificultando gravemente las posibilidades de gestión adecuada de sus tierras. Esta situación los llevó a desprenderse de aquello por lo cual tanto habían luchado: la tierra. Así lo recuerda don Santiago Acuña, exfuncionario de la CORA, al contarnos que: «A poco andar un alto porcentaje de parceleros vendieron sus tierras y emigraron a la ciudad, pasando a engrosar los bolsones de pobreza, miseria y cesantía.71 Así, los campesinos asignatarios de la comuna de Los Lagos, en su mayoría, se vieron en la necesidad de vender su tierra, si bien algunos todavía conservan unas hectáreas de lo asignado, muchos de ellos debieron desprenderse de la totalidad de su parcela por no contar con el apoyo financiero requerido y de la ayuda técnica y preparación personal que necesitaban. Ciertamente, esta situación provocó en muchos casos una desvinculación con la vida del campo, como también pérdida de identidad.

      Conjuntamente con los cambios producidos en la tenencia de tierra en la comuna de Los Lagos, durante los primeros años de dictadura se reprimió violentamente la organización sindical campesina; los dirigentes de sindicatos fueron apresados y violentados física y psicológicamente. En efecto, una vez que el gobierno socialista de Salvador Allende es derrocado, la dictadura deja caer toda su violencia hacia los sectores rurales, elevándose a miles las muertes en el campo. «Campesinos activistas, dirigentes sindicales, beneficiarios de la reforma agraria e indígenas fueron las víctimas principales en la represión llevada a cabo por la dictadura en el campo»72. Según nos relató don Santiago Acuña, exfuncionario de la CORA, en la comuna de Los Lagos, «se desata una represión generalizada a campesinos, destruyendo el sindicalismo en el campo, declarando ilegales a los sindicatos y federaciones, reprimiendo la ardua labor realizada por los dirigentes campesinos en aquellos años»73.

      La represión ejercida específicamente en la comuna de Los Lagos, se puede ejemplificar a través de la experiencia que tuvieron los campesinos asentados del asentamiento Pancul, donde un número de entre 10 a 16 campesinos son detenidos y llevados a prisión. En un primer momento fueron detenidos y torturados en la Comisaría de Los Lagos y posteriormente son trasladados a la cárcel Isla Teja de Valdivia. De los siete campesinos entrevistados, cuatro de ellos estuvieron en prisión a lo menos ocho meses, mientras el subdelegado comunal estuvo en prisión por más de cuatro años. Sin duda que los testimonios de aquellos que sufrieron la represión de la dictadura impactan profundamente, puesto que al preguntar sobre la intervención de la dictadura en el proceso de Reforma Agraria, son rememorados con precisión aquellos duros y amargos episodios.

      De este modo, el proceso conocido como «contrarreforma agraria», propiciado y conducido por la dictadura, vino a generar un hondo desconcierto entre aquellos que estaban viviendo uno de los procesos más trascendentes de Chile. Todos los avances hasta ese momento conseguidos fueron frenados por la dictadura militar, avances


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