El infierno está vacío. Agustín Méndez
Читать онлайн книгу.que las brujas carecían de poder alguno– sino como una apostasía originada por el pacto que se establecía con el demonio, rompiéndose así el que se poseía originalmente con la divinidad. Esa idea se volvió un lugar común del pensamiento demonológico inglés a lo largo de todo el periodo analizado en este libro. Véanse capítulos III, IV y VII.
189 Después de Hopkins y Stearne, Roger Nowell (el cazador de brujas de los juicios de Lancashire) fue el más notorio del siglo XVII, y el que más acusados por brujería ejecutó. Almond, 2012, pp. 12-13.
190 Almond, 2012, p. xii.
191 Las fechas de nacimiento y defunción de Cooper y Roberts son desconocidas. El texto de Cotta escogido es la edición ampliada de aquel publicado en 1616 bajo el título The Triall of Witch-craft. En el caso de Thomas Copper se optó por la versión original de 1617 por sobre la reedición de 1622 titulada Sathan Transformed into and Angel of light, debido a que el único cambio entre ambas ediciones fue el título y la dedicatoria, manteniéndose idéntico el cuerpo del texto. Por otra parte, la cantidad de demonologías impresas durante el periodo permitiría cuestionar que la edad de oro de aquel género en Inglaterra hubiese tenido lugar en los años inmediatamente anteriores y posteriores a 1590, como sugiriera Malcolm Gaskill, 2008, p. 67.
192 J. Sharpe: «Cooper, Thomas», en R. Golden (ed.), 2006, pp. 216-218. F. Bremer: «Bernard, Richard», en F. Bremer y T. Webster (eds.): Puritans and Puritanism in England and America. A Comprehensive Encyclopedia, California, ABC Clio, 2006, pp. 24-25. Elmer, 2016, pp. 54-58. Sobre los juicios de East Anglia y la tarea de los dos cazadores, véanse Sharpe (1996: 128-147); Holmes (1984: 85-112); Elmer (2016: 69-138); Gaskill (2005); Purkiss: The English Civil War. Papists, Gentlewomen, Soldiers and Witchfinders in the Birth of Modern Britain, Nueva York, Basic Books, 2006, pp. 373-388; S. O’Brien: «The discovery of witches: Matthew Hopkins’s Defense of his Witch-Hunting Methods», Preternature: Critical and Historical Studies on the Preternatural, 5(1), 2016, pp. 29-58.
193 Elmer, 2016, p. 2.
194 [«His will is the first supreme and principal cause of all things: and nothing can be done visibly in this Common-wealth here below of the creatures, but is decreed and determined so to be first in the high Court of Heaven, according to his unsearchable wisedome and justice»]. A. Roberts: A Treatise of Witchcraft, 1616, Londres, pp. 29-30, en línea, Cornell University Library’s Witchcraft Collection: <http://ebooks.library.cornell.edu/cgi/t/text/textidx?c=witch;cc=witch;rgn=full%20text;page=viewtextnote;idno=wit171> (consulta: 9/7/2019).
195 R. Bernard: A Guide to Grand Jury Men, 1627, Londres, p. 200, en Cornell University Library’s Witchcraft Collection: <http://ebooks.library.cornell.edu/cgi/t/text/text-idx?c=witch;cc=witch;rgn=main;view=text;idno=wit140> (consulta: 17/7/2019).
196 «No pueden hacer el más mínimo daño a ninguna critura de Dios sin su permiso». [«They cannot doe the very least harme unto any of the least creatures of God without leave from him»]. J. Stearne, 1648, p. 3. Como podrá comprobarse a lo largo de todo el libro, Stearne copió pasajes enteros de la demonología de Bernard, con el objetivo de darle sustento teórico a su accionar como cazador de brujas. Gaskill, 2005, p. 269.
197 [«Thus wee see Divels sent immediately from God, without any instigation of Witches»]. Bernard, 1627, p. 69.
198 M. Hopkins: The discovery of witches, Londres, 1647, pp. 8-9, en Early English Books On Line: <http://quod.lib.umich.edu/e/eebo/A86550.0001.001?rgn=main;view=fulltext> consulta: 2/7/2019). J. Stearne, 1648, p. 5.
199 [«From the acknowledgement of Gods Providence; who onely hath power to send these evill Angels to torment the wicked, and afflict his children, and so to rob God of his glorie herein, and to referre it to the Witch, as if Satan were onely at her dispose»]. T. Cooper: The Mystery of Witchcraft, Londres, 1617, p. 85, en Early English Books On Line: <http://quod.lib.umich.edu/e/eebo/A19295.0001.001?rgn=main;view=fulltext> (consulta: 2/7/2019).
200 [«So they send; but the Devill doth the harme, and not they»]. Bernard, 1627, p. 175.
201 Tal como referimos para los demonólogos del periodo 1584-1608, quienes escribieron sobre brujería en Inglaterra durante las tres décadas previas a la decapitación de Carlos Estuardo también definieron aquella acción como el pacto que se establecía con el diablo y no como la utilización de magia nociva. Véanse capítulos III y VII.
202 Cooper, 1617, p. 210.
203 Cooper, 1617, p. x. Idea también presente en John Cotta: «los corazones de las brujas están tan poseídos por el diablo, muy endurecidos y cerrados a todo contacto» [«the hearts of Witches are by the Devil so possessed, so hardned and sealed up against all touch»]. J. Cotta: The infallible, true and assured witch: or the second edition of the tryall of witchcraft, 1625, p. 137, en Cornell University Library’s Witchcraft Collection: <http://ebooks.library.cornell.edu/cgi/t/text/textidx?c=witch;cc=witch;rgn=full%20text;page=viewtextnote;idno=wit036> (consulta: 13/7/2019).
204 [«The Divell taketh the occasion, who knoweth in what manner to content exulcerated mindes, windeth himselfe into their hearts, offereth to teach them the meanes by which they may bring to passe that rancor which was nourished in their breasts»]. Roberts, 1616, p. 50.
205 «Hee sets them on, puts into their hearts evill thoughts, he inflameth them with rancor». Bernard, 1627, p. 188.
206 Gibson, 2003, p. 61.
207 «Cómo olvidar la última presencia de los Assise en Lancaster, donde no menos de quince fueron acusados y doce condenados por ese horrible crimen» [«Can wee forget the late Assise at Lancaster, where no lesse then fif∣teene were endited, and twelue condemned of that horrible crime»]. Cooper, 1617, p. 15. Sharpe, 2006, p. 216.