La transición española. Eduardo Valencia Hernán

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La  transición española - Eduardo Valencia Hernán


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un lugar adecuado para la reunión, mientras que Vicenç Ligüerre y Arturo Fernández fueron los responsables de seguridad del acto214. Todo parecía preparado para el gran acontecimiento, el día tan deseado había llegado y, sin embargo, nadie podía imaginar el desenlace tan infortunado que tendría aquella reunión.

      Otras versiones sobre lo acontecido lo amplían más al detalle los propios participantes del encuentro. Así, por ejemplo, Antonio Gutiérrez, que estuvo presente en el acto, nos explica:

      Sin embargo, la versión de Francesc de Borja Aragay arroja algunas dudas sobre los hechos:

      El socialista de la FSC-PSOE, Francisco Parras, complementa la información añadiendo:

      Para otro socialista, Joan Reventós, representante de CSC, el acto fallido se debió a una falta de valoración rigurosa por la utilización de un local muy frecuentado por los movimientos obreros, hecho que había sido presentado por los socialistas como rechazo al lugar del encuentro. Al darse la orden de dispersión, fue quemada toda la documentación disponible en el local de la iglesia; después, poco a poco, y cada uno por su lado, se fue reuniendo el núcleo central de la Comisión Preparatoria en el restaurante de la Font de les Orenetes (dels Ocellets según Batista) en Pedralbes, donde se comentaron los hechos.

      Pasado algún tiempo, la Comisión Preparatoria se reunió de nuevo con ánimos renovados y con una serie de cambios producidos en la organización, participando esta vez representantes de la CCFPC, CC.OO., Taula Rodona, Representantes de Ambientes Cristianos, intelectuales, estudiantes, Comisión de Solidaridad, Comunidades Cristianas, PSAN, Bandera Roja (BR), que expresó sus reservas sobre el contenido ideológico del programa, la Federación Socialista de Cataluña-PSOE (FSC-PSOE) y otras organizaciones profesionales, médicos, ingenieros, licenciados, abogados, profesores numerarios de la Universidad; también estuvieron presentes algunos representantes de la payesía, Comisiones de Barrio de Barcelona, completándose la asistencia con hombres y mujeres del ámbito regional catalán, de Lérida, de Tortosa, Reus, Tarragona, Manresa, Garraf, Alto Panadés, Mataró, Sabadell y del Vallés Oriental.

      La reunión transcurrió con normalidad y, tras un intenso debate se acordó por unanimidad dar prioridad de nuevo a la realización de la I Sesión de la Asamblea, ya que, dada la situación política, se aconsejaba su aceleración en vista a la estructuración de un proceso unitario amplio que permitiera intensificar las acciones contra la represión mediante la solidaridad y el trabajo responsable, de esta forma la cuenta atrás se ponía en marcha aunque las precauciones y la vigilancia no fuera la misma.

      Por otro lado, la actividad política antifranquista había continuado en los meses sucesivos con un ritmo acelerado, llevando la Comisión Coordinadora en cierta manera la iniciativa reivindicativa basada en aquellos días sobre las próximas elecciones a Cortes. A tal efecto, la Comisión propuso la abstención a los comicios mediante un eslogan al efecto, «Abstenció. No voteu», con la esperanza de que el silencio popular aislara al régimen. A decir verdad, el gobierno no sentía la mínima preocupación y siguiendo la rutina estival ya se había concedido el merecido descanso, paralizando su actividad política, incluso la represora, hasta la llegada del otoño.

      A comienzos del verano de 1971, la victoria del Barcelona ante el Valencia por cuatro goles a tres en la final de la Copa del Generalísimo, junto con el multitudinario concierto del cantante Raimon en Barcelona, que llenó el aforo con casi dos mil personas, acaparaba la actualidad lúdica del momento, pasando a un segundo plano informativo el paro y las huelgas laborales efectuadas por ochocientos trabajadores de la construcción, la mayoría de la empresa Huarte y Cía., sucesos que indicaban una realidad social más cercana, la de la calle, aunque estuviera censurada informativamente y por lo tanto fuera del alcance público. Sin embargo, fueron las correrías del famoso atracador Eleuterio Sánchez, «el Lute», que fue visto en una gasolinera el 3 de agosto de 1971, o la breve estancia del Conde de Barcelona, Don Juan de Borbón, en el Aeropuerto del Prat, camino de sus vacaciones en Palma de Mallorca, o la muerte de tres cosmonautas soviéticos de la nave Soyuz 11, lo que animó el cotilleo veraniego.


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