Las Finanzas Personales y la Vida. Maurisio Pantokha Agirre

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Las Finanzas Personales y la Vida - Maurisio Pantokha Agirre


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más conocimientos sobre este tema, le aconsejo leer [30, 32, 33 y 110].

      ¡Dios es grande! Él da sabiduría a los jóvenes y fuerza a los débiles.

Aleksandr Pushkin

      Chiste 8:

      – Sara, ¿cuál es el pueblo más inteligente de la Tierra?

      – Gracias, ¡por el elogio!.

      6.8. Finanzas personales para madres de familia solas

      Muchas mujeres piensan, cómo no incurrir en el desagrado de alguien, especialmente de los hombres, considerando que después, se marchará. Si la mujer no se arriesga, no podrá seguir su camino.

Jean Baker Miller

      Hay personas que, teniendo las manos y pies normales, se paralizan con sus pensamientos. Yo, sin embargo, aunque estoy paralizado, nunca me considero discapacitado.

Christopher Reeve

      La situación es más crítica cuando una madre sola con sus hijos tiene que hacer frente a la cruda realidad de la vida. Por eso es que decidí contemplar mejor este asunto, para tratar de persuadirlas y animarlas de optimismo a las madres (sin esposos). He aquí un ejemplo real que le ocurrió a una señora rusa que se llama Irina [28].

      El Dinero y la Vida

      Cómo ganar dinero para la jubilación

      Irina, al estar cansada por la carrera interminable por conseguir los medios para subsisitr, se puso a pensar en su futuro tranquilo y próspero. Como ella ya tenía un ahorro acumulado, después tuvo que decidir en qué y cómo invertirlo para poder vivir después de jubilarse no sólo de su pensión mensual.

      Irina es una moscovita de 52 años (que en ese entonces tenía 48 años!). Desde su infancia comprendió que sólo tenía que contar sobre todo en sí misma. Ya que, todo lo que tiene ahora, lo consiguió sola, es decir sin la ayuda de hombres ni familiares.

      Su mamá de Irina llegó a Moscú de la provincia de Gorki en los años de 1950. Para ella y su hija (osea Irina), tuvo que trabajar en dos empleos. Soñaban con tener un buen apartamento, sólo después de cumplir los 30 años, recibió del Estado su apartamento. En ese entonces, Irina, que al casarse y tener dos hijos, ya vivía sola con los dos niños.

      Como su mamá constantemente trabajaba, Irina aprendió a hacer de todos los quehaceres de casa desde su temprana edad: a cocinar, limpiar, lavar, e ir de compras a las tiendas. En sus vacaciones tampoco descansaba ya que pasaba los veranos o bien en la aldea, ayudando a sus familiares en los quehaceres de la huerta, o en el campamento de trabajo de verano.

      Después de concluir sus estudios de secundaria tuvo que postular a un centro superior de estudios, pero no pudo elegir una especialidad a su gusto, por suerte, su tía Albina, una abogada de la ciudad de Kazán, le aconsejó estudiar abogacía, explicándole que el abogado, como el médico, es muy solicitado por todos. Porque Albina, ella sola se mantenía y a su familia también. La carrera de su esposo no era tan exitosa, por lo que era necesario mantener y educar a sus dos hijos. Y fue así que en el consejo familiar decidieron distribuir las obligaciones: que su esposo se debía de dedicar a los hijos y Albina a ganar dinero.

      Sinceramente, desempeñar el rol de sustentador principal de la familia, Irina no quería, pero la posibilidad de ser independiente, osea de no depender de nadie, es una oportunidad que siempre brinda la profesión de abogado, a ella le encantaba. Sin embargo, en los exámenes de postulación a la Academia de Jurisprudencia, Irina no consiguió el puntaje necesario (¡por 1 sólo punto!), por lo que decidió postular a la Universidad de Kazán. En esa oportunidad, ella si ingresó, pero, sólo a la sección nocturna, ya que era necesario trabajar para sobrevivir. Paralelamente consiguió un empleo como mensajera del juzgado.

      El primer año lo terminó exitosamente. Sus notas buenas le permitieron la posibilidad de trasladarse a la Academia de Jurisprudencia de Moscú. Al retornar a la capital, Irina decidió buscar un trabajo, porque no quería depender de su mamá. Ella desempeñó muchos cargos laborales como: mensajera, administradora, como notario y como consultora jurídica, y como secretaria del juzgado… Al graduarse en Derecho Civil en la Academia, ella ya sabía por experiencia, lo difícil que era ganar dinero. Pero también sabía otra cosa: lo interesante y responsable que era su trabajo.

      Con su futuro esposo se conoció aún en la Academia. El joven era positivo en todo ya que no bebía, ni fumaba ni se divertía exageradamente. Pero, al abandonar los estudios, no fue capaz de seguir su carrera, ya que trabajó en varios lugares… A pesar de que a sus hijos los quería, no les dedicaba la especial atención, porque de la educación se encargó Irina. Sus intereses también eran distintos: a él le gustaba beber cerveza y mirar el fútbol, mientras que a ella era partidaria del descanso activo. Y lo peor de todo es que la mamá de él permanentemente le dictaba a su hijo como comportarse con la familia.

      Después del divorcio, Irina quedó con sus hijos en el apartamento de tres habitaciones. La pensión de alimentación para los niños Irin los recibía de su ex esposo, de acuerdo con su salario oficial que percibía: de 400 rublos al mes.

      La hija de Irina, desde que se graduó, vivía aparte. Y su hijo, muy pronto también se graduó y empezó a trabajar. Irina, de tiempo en tiempo también le ayudaba económicamente. Tuvo que gastar bastante dinero para poder vivir en su casa de campo durante el verano.

      Otra partida substancial de dinero lo gastaba para manenerse en forma: desde el dentista hasta el gimnasio para hacer deportes. Gastaba bastante dinero también en buenos cosméticos, vestidos, calzados y en hacer cambios en el interior del apartamento. Goza de su descanso vacacional 2—3 veces al año.

      Si ingreso mensual varía, pero para los gastos habituales siempre le alcanza. Además ahorraba mensualmente 15 mil rublos: alquila su apartamento de 1 habitación, que lo compró hace un año atrás. El importe del arriendo era de 17 000 rublos, de los cuales, 2 mil rublos los gasta en el pago de servicios públicos.

      Además, Irina tiene en su cuenta de depósito bancario 600 000 mil rublos con la tasa de interés del 14% anual, que es prorrogable. En otro banco, tiene otro depósito a plazo fijo (sin casi generar ingresos) 500 000 rublos más. Además dispone de €30 mil y $5 mil que tampoco le generan ingresos. ¿Cómo disponer de la mejor manera este dinero? Irina estaba pensando al respecto.– ¿colocarlo en una cuenta de depósito?, pero, ¿en que divisas?

      Irina nunca invirtió en un fondo mutuo y no se decidió hacerlo. Ella tenía conocidos que negociaban con éxito en la bolsa de valores, pero ella misma nunca se dedicó a esto, y no estaba segura que lograría ganar allí. Aparte de que todas sus tentativas pasadas de invertir no tuvieron éxito. Incluso su apartamento la compró cuando los precios estaban por las nubes. Además, el distrito donde se encuentra, ya no le encanta tanto. En pocas palabras, no estaba segura de sus talentos de inversionista.

      ¿Cómo piensan que sería el futuro de la situación financiera de Irina? Esta pregunta, nuestra heroína se hace, al igual que sus demás compañeros, pensando en el futuro y contemplando varias opciones. Una de ellas seria el de cambiar su apartamento de 3 habitaciones por 2 apartamentos de 1 habitación, con el propósito de vivir en uno de ellos, y el otro alquilarlo.

      Por supuesto que le serían de gran ayuda las ganancias que recibiría de la inversión correcta de sus ahorros. Porque, según ella, para vivir cómodamente en la ciudad, le es suficiente 40—50 mil rublos al mes (considerando la futura ¡inflación!). Para ella lo más importante es que le alcance el dinero para los viajes. Ella, incluso quería viajar al Ecuador, por 6 meses o 1 año, donde reside ahora una amiga suya, que para ello le sería suficiente $1 000 al mes. ¿Cuáles deben serlos consejos que le debe de dar su asesora financiera?:

      Consejos de la asesora financiera, Natalia Smirnova.

      Siempre


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