El Observador. La Solución Al Génesis. Alberto Canen

Читать онлайн книгу.

El Observador. La Solución Al Génesis - Alberto Canen


Скачать книгу
como principal libro del catolicismo-judaísmo-islamismo, para luego seguir con el Bhagavad Gita [2] del hinduismo-budismo [3].

      Al leerle La Biblia, cuando estábamos avanzando con el libro de José, tuve -lo que podríamos llamar- una revelación. En un momento comprendí el porqué de La Biblia, el porqué de la creación del Pueblo Elegido, el motivo de la venida del Mesías, La Creación, El Edén, las políticas de la Iglesia Católica, la tarea trascendental del pueblo judío, el politeísmo, el monoteísmo, y mucho más. Fue tal la conmoción que me provocó este descubrimiento que decidí escribirlo y lo volqué en mi libro Un Único Dios.

      La explicación del relato de la Creación del Génesis iba a ser parte de ese libro, pero luego de analizarlo con mi correctora y asesora literaria decidimos que era mejor separarlo en un libro independiente ya que ameritaba un trato especial.

      

      

      

      Al concluir con el libro Un Único Dios -en agosto de 2011- volví sobre el relato de la Creación del Génesis y me aboqué a resolverlo.

      Era claro para mí que el Génesis era un relato real, eran hechos que podían haber ocurrido pero que estaban de alguna manera enmascarados.

      Â¿Cuál era la clave?, ¿cuál era la piedra roseta que me permitiría interpretar la narración?

      La clave -descubrí-, era que el relato, el texto, era una narración de alguien que contaba lo que veía. Esa era la clave, ese era el tablero -por decirlo así- sobre el que había que montar las piezas de este rompecabezas.

      En el texto de la Creación existía un observador, un narrador. No eran sólo versos, no, estaba claro que era un relato. El relato de un observador.

      Al introducir esta variable -el observador-narrador-, todo cobró sentido. A partir de allí lo demás fue simplemente buscar las preguntas correctas: ¿fue una visión o una revelación?, ¿o ambas?, ¿qué tiempo le llevó la visión?, ¿quién era?, ¿dónde vivía?, ¿cuál era su ubicación?

      La ubicación, la ubicación era determinante.

      El observador y su ubicación eran las piezas fundamentales para comprender el relato de la Creación.

      Este libro describe el camino que debí realizar desde La Biblia hacia la ciencia en un ida y vuelta permanente hasta lograr desentrañar el misterio.

      

      

      Los animo a que me acompañen en mi descubrimiento.

      Tomemos una taza de café, busquemos un sillón cómodo, y dejemos de lado por un momento los preconceptos.

      Abramos nuestra mente y observemos que misterios han estado ocultos detrás de los versos del Génesis por más de tres mil años.

      

      

      La versión que he utilizado para esta comparación es La Biblia de Jerusalén.

      La Biblia de Jerusalén (Bible de Jérusalem) es una versión de la Biblia publicada en fascículos entre los años 1948 y 1953 que luego la Escuela bíblica y arqueológica francesa de Jerusalén publicó fruto de la traducción de los manuscritos griego y hebreo, al francés. Posteriormente fue traducida a otras lenguas vernáculas, y finalizada integralmente a la lengua española. El criterio de su traducción fue la comparación con los textos originales en hebraico-aramaico y griego.

      

      1

      LA BIBLIA, EL GÉNESIS,

      LA CREACIÓN

      Â¿Siete días?

      

      

      

      

      Quién no se ha preguntado: ¿siete días? Sí, ¿quién no? -además de mirarnos de reojo, con una media sonrisa maliciosa.

      Ciertamente, es así, cada vez menos personas pueden creer que Dios haya creado los cielos y la tierra en siete días.

      Â¿Y los dinosaurios? Bueno, para el momento en que surge esa pregunta (meramente retórica, por supuesto) ya nos encontramos enzarzados en una discusión que posiblemente avergüence hasta al barra brava más pintado.

      

      

      Por lo general hablar del Génesis nos lleva, indefectiblemente, a una división irreconciliable entre ciencia y religión. Al parecer, una invalida la otra. Si el Génesis dice siete días, y la ciencia ha probado que fueron seis mil millones de años, todo apunta a que algo está mal, obviamente…, en La Biblia.

      

      

      Es difícil que podamos afirmar que el análisis de la ciencia esté mal, más allá de -posiblemente- cien millones de años más, o cien millones de años menos. Por lo que -siguiendo esta lógica-, tomaremos de base para realizar este análisis lo que la ciencia sostiene que fueron los primeros momentos del sistema solar y de nuestro planeta, la Tierra, en función de los actuales descubrimientos.

      

      

      Bien, si el Sistema Solar y la Tierra llevan más de seis mil millones de años desde que eran apenas una nube de polvo y gas estelar flotando a la deriva en nuestra bella galaxia… ¿cómo es que llegamos a esos siete días? Claro, ya sé, no me lo digan: pura superchería, mitos, cuentos antiguos de mitologías varias. Bien, no los culpo, así pensaba yo hasta que leyéndole la Biblia a mi hijo menor descubrí que en los textos del Génesis algo andaba mal, ¿o bien…?

      

      

      Algo en los textos sagrados llamó


Скачать книгу