¿Cómo programar un curso? GuÃa para evaluar y autoevaluar el programa del curso. Andrei Fëdorov
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del título en la carrera matriculada, pero sí se reconocerán en el currículum del estudiante. Para todos los demás efectos, la materia matriculada cuenta como cualquier otra de su plan de estudios”.
1.10. Indicar el número de horas semanales presenciales
1.11. Establecer el número de horas por semana de trabajo independiente del estudiante
De acuerdo con la definición del crédito, se debe balancear las horas de trabajo del estudiante. La modalidad de trabajo no tiene importancia para estos cálculos; el trabajo presencial o independiente en forma individual o grupal debe ser calculado por igual.
Por ejemplo, un curso de tres créditos significa 9 horas por semana de trabajo total. Si el plan de estudios establece que este curso (de tipo teórico - práctico) cuenta con dos horas semanales presenciales de teoría y dos horas semanales presenciales de práctica, entonces tenemos que restarlas de las 9 horas totales para calcular las horas de estudio independiente, pero supervisado y evaluado posteriormente, del estudiante. En este caso serán 5 horas de trabajo extraclase. Este cálculo es de gran importancia, ya que permite al profesor planificar su curso en términos reales (cantidad, profundidad y amplitud de los conocimientos y asignaciones, etc.), lo que ayuda al estudiante mejorar su rendimiento académico.
Sabemos que en muchas carreras existen cursos cuyas cargas son subvaloradas y esto pone al estudiante en una situación injusta de trabajar horas extra sin la remuneración académica correspondiente.
Para mayor certeza en la estimación de créditos y horas de trabajo del estudiante, se recomienda utilizar el Cuadro 1.
1.12. Indicar si es de asistencia libre u obligatoria
La asistencia tiene mucho que ver con el tipo del curso, sus objetivos, la metodología y la evaluación, entre otros aspectos. Por ejemplo, si uno de los objetivos generales del curso consiste en que el estudiante desarrolle las habilidades de trabajo en equipo, eso implicaría la asistencia del individuo a todas las sesiones donde esté su grupo. Si el curso posee un elemento de “quiz sorpresa” en la parte de medición y evaluación de los aprendizajes, de igual manera se debe considerar la obligatoriedad de asistencia como la condición para poder ser coherente en los elementos del programa. Si la metodología es práctica e interdisciplinaria, es necesaria la presencia de los representantes de todas las especialidades en el equipo para cumplir con esta condición. Por tal causa, antes de apuntar si este curso es de asistencia libre u obligatoria, se necesita considerar el curso como un todo, donde todos los elementos son interdependientes y coherentes entre sí.
1.13. Indicar los requisitos y correquisitos
Bajo el principio de la flexibilidad curricular, cuyo valor va en aumento siguiendo la línea curricular desde grado asociado hacia posgrados, lo más recomendable sería eliminar el exceso de requisitos.
Para manejar adecuadamente el mínimo de los requisitos y correquisitos restantes se deben tomar en consideración los principios de integración, de secuencia vertical (que respeta la relación de concatenación que debe darse al organizar los objetivos: se va aumentando la extensión, la complejidad y la dificultad), los contenidos y otros elementos de la carrera y de los cursos que la conforman y de continuidad del currículo. También se deben considerar los ejes curriculares, las áreas disciplinarias y los ejes temáticos, ya que este tipo de relaciones entre los cursos es más justificada entre las asignaturas de la misma área o eje. Es decir, el requisito o correquisito debe ser únicamente académico. Los requisitos procuran una mayor probabilidad de éxito académico. Por ejemplo, para un estudiante será mucho más difícil enseñar y aprender diseñar máquinas sin antes haber aprendido los conceptos de la estática y dinámica de los cuerpos. Los correquisitos por lo general se complementan entre sí, con frecuencia son cursos que tienen el mismo objeto de estudio, pero se los ve desde perspectivas diferentes: uno puede ser orientado a la parte teórica y otro al aspecto práctico.
El requisito no debe convertirse en un obstáculo administrativo para el estudiante; tampoco debe generar problemas administrativos y “cuellos de botella” en el currículum de la carrera. Para orientar al estudiante en el proceso de matrícula, respetando el principio de concatenación e interrelación de los contenidos, se recomienda asignar un profesor consejero a cada grupo de aprendices.
A manera de ejemplo, se pueden citar algunos reglamentos mencionados en la Bibliografía; establecen que un curso puede tener como máximo dos requisitos y, a su vez, ser requisito de otros dos cursos. La relación de correquisitos es 1:1. Cuando existe un caso muy excepcional, y considerando lo anterior, un curso amerita poseer más de dos requisitos a la vez, el consejo del departamento o de la escuela tiene que analizar la situación particular antes de tomar una decisión. Crear los amarres de dos o más requisitos entre los cursos generará, inevitablemente, “cuellos de botella” y distorsiones en el plan de estudios.
Se conocen experiencias en escuelas de las universidades públicas y privadas del país donde las comisiones de currículum realizan una gran labor al analizar las relaciones de un curso con la totalidad del plan de estudios, con el fin de recomendar la creación de relaciones entre requisitos y correquisitos.
En el caso de los cursos electivos, lo más sensato sería evitar por completo la relación de requisitos y correquisitos (de otra manera, se pierde en gran parte la idea de libre elección y de flexibilidad del currículo que se está buscando, con la introducción de otros tipos de asignaturas), aunque en casos excepcionales se puede considerar la necesidad de establecer relaciones de requisitos. Siempre rige la misma regla: un curso no puede ser requisito para más de dos cursos.
1.14. Indicar el cupo mínimo y máximo de estudiantes a atender
El tipo del curso, la modalidad de trabajo, el equipo disponible y la metodología del curso determinan el cupo máximo. Normalmente rigen aquí criterios políticos institucionales y departamentales de máxima racionalidad y la utilización óptima de recursos. En algunos documentos utilizados como referencias bibliográficas de esta guía (por ejemplo, en la propuesta para el cálculo de cupos mínimos para abrir e impartir grupos en el ITCR, Gaceta # 24, p.7) se establece lo referente a cupos mínimos y no aparece nada sobre los cupos “máximos”; sólo se anota el factor de limitaciones de equipo, instalaciones, mobiliario o meteorológicas.
El número de estudiantes en un grupo que tiene que atender simultáneamente el docente fue muy discutido desde hace mucho tiempo; por esto la metodología de cálculo de la carga del docente incorpora un coeficiente que depende de este número.
Se conocen algunas investigaciones educativas que muestran cierta relación entre el número de estudiantes en el grupo y la calidad de su aprendizaje. Se mostró que la calidad del proceso educativo y del aprendizaje aumenta significativamente cuando el número de estudiantes en el mismo grupo es menor a quince personas. El mismo estudio afirma que no existen relaciones significativas entre las variables mencionadas si el número de los estudiantes es mayor. Es decir, realmente el resultado del proceso puede ser el mismo a pesar de que el grupo tenga 25 o 40 alumnos. Muchos dudaron de los resultados divulgados, pero la práctica nos dice que lo más probable es que los resultados sean ciertos. Una lección magistral posee el mismo efecto educativo sobre un grupo de 25 o de 35 estudiantes.
1.15. Indicar la ubicación del curso en el plan de estudio
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