Imágenes sagradas y predicación visual en el Siglo de Oro. Juan Luis González García

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Imágenes sagradas y predicación visual en el Siglo de Oro - Juan Luis González García


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      Akal / Estudios Visuales / 10

      Juan Luis González García

      Imágenes sagradas y predicación visual en el Siglo de Oro

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      Este libro constituye una aportación de gran alcance y originalidad al conocimiento de las relaciones entre las artes y la preceptiva pictórica en España entre 1480 y 1630. Elaborado a partir de un amplísimo conjunto de textos de época –la inmensa mayoría nunca considerados por la historiografía artística–, tiene por doble objetivo demostrar el funcionamiento de la retórica en la teoría y la crítica del arte religioso del Siglo de Oro y caracterizar sus vías de invención y transmisión.

      Dada la voluntad de difusión y acción eficaz que hizo ostensible la Iglesia católica, puede entenderse naturalmente su fascinación por los instrumentos audiovisuales de adoctrinamiento e intelección. El acto de mirar una imagen devota no era simplemente algo acaecido después de su ejecución por parte del artista, sino que esta había sido creada para portar un mensaje distintivo e impactar en la imaginación. La presente obra ayuda, en este sentido, a determinar hasta qué punto las ideas tomadas de la elocuencia sagrada influyeron sobre los modos de ver en la Alta Edad Moderna y cómo la percepción visual del público condicionó la predicación contemporánea.

      Sus resultados abren enriquecedoras vías para la comprensión de la cultura visual del Renacimiento y del Barroco, atestiguando, por un lado, una relación cierta entre los tratados españoles de pintura y la oratoria clásica, y, por otro, afirmando la existencia de una teoría «hispánica» de la imagen sagrada en los textos de predicación y espiritualidad del periodo.

      Juan Luis González García es profesor de Historia del Arte en la Universidad Autónoma de Madrid. Ha sido Mellon Visiting Fellow en el Harvard University Center for Italian Renaissance Studies (Villa I Tatti, Florencia) y Frances A. Yates Fellow en The Warburg Institute (Londres). Especialista en retórica visual y comisario de exposiciones, es también autor de numerosas publicaciones sobre el arte de la Edad Moderna, entre las que cabe destacar su edición del Tratado de arquitectura y urbanismo militar de Alberto Durero, publicado por Akal.

      Diseño de portada

      RAG

      Maqueta de portada

      Sergio Ramírez

      Directores

      Alejandro García Avilés y Miguel Ángel Hernández Navarro

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      Nota editorial:

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      © Juan Luis González García, 2015

      © Ediciones Akal, S. A., 2015

      Sector Foresta, 1

      28760 Tres Cantos

      Madrid - España

      Tel.: 918 061 996

      Fax: 918 044 028

       www.akal.com

      ISBN: 978-84-323-1998-3

      PRÓLOGO

      El presente estudio no es el primer trabajo de investigación del autor. Se nota en la madurez reflexiva con que aborda el tema, en la precisión léxica, sin merma de una redacción ágil, y en el ceñido orden expositivo, fruto de una tarea de años ejecutada sin prisas. Precisamente, la materia estudiada no ha atraído singularmente la atención de los estudiosos, debido, entre otras razones, a su naturaleza interdisciplinar.

      En la Introducción, sopesada y medida, el autor –junto al propósito perseguido, método empleado y resultados obtenidos– delimita y analiza el objeto de la investigación en sus distintas facetas sucintamente apuntadas, que se desarrollan con amplitud en los respectivos capítulos a los que se abre este pórtico. La Introducción actúa a la manera de piedra que, lanzada a un estanque, se expande en ondas concéntricas. Y, como toda introducción que se precie, aunque precede al resto, es lo último redactado, a la vez prólogo y conclusiones. Ella da cuenta cabal del contenido explayado en los sucesivos trancos de que consta la obra.

      El afán de precisión en materia que se presta a divagaciones inanes, asoma ya desde el largo título: Imágenes sagradas y predicación visual en el Siglo de Oro. Y se aducen siempre las razones que mueven a determinados posicionamientos, como a propósito de los límites cronológicos adoptados para el crecido Siglo de Oro, que rebasa en unos cincuenta años los cien de su cupo. Se fija –nos dice– su comienzo, siguiendo a Ticknor, hacia 1480 en atención, entre otros hechos, al surgimiento del humanismo cortesano español y al desarrollo de la predicación castellana tardomedieval, y se señala su ocaso hacia 1630 en consideración a las fechas de la edición de los Diálogos de la Pintura, de Vicente Carducho, y del Arte de la pintura, de Francisco Pacheco, así como a la del fallecimiento de los predicadores reales Hortensio Paravicino y Jerónimo de Florencia (1633).

      La Introducción es aquí parte inseparable de la obra, su «obertura». Así lo entiende el autor, que, tomando términos de la oratoria, la rotula «Exordium», que es comienzo obligado del discurso dedicado a captar la atención del oyente. Si entre los tipos de exordium que distingue la oratoria –como se nos recuerda en el capítulo 6– están el que procede veladamente (insinuatio o ephodos) y el que se manifiesta abiertamente (principium o proemion), la introducción del libro que nos ocupa responde claramente a este último.

      La idea de la poesía como pintura hablada y de la pintura como poesía pintada, presente desde la Antigüedad, apunta a las relaciones de distinto orden e intensidad apreciables entre poesía y pintura, esto es, a sus conexiones, patentes para artistas y poetas, retóricos y tratadistas de las artes, entre otros. Juan Luis González García cita y analiza al efecto los textos de autores griegos y latinos vigentes en el mundo medieval, a los que suma los descubiertos en su tiempo por los humanistas, quienes a su vez ofrecen interpretaciones y visiones propias. Las afinidades entre poesía y pintura, compartidas por la retórica, llevan a establecer una serie de relaciones, que se difunden a través de la teoría y la práctica de la oratoria sagrada, que las populariza. El impulso de convencer y «con-mover» que se vive en la oratoria conduce a preconizar estilos ajustados al género del discurso y materia tratada, que tienen sus paralelismos en el ser y hacer de la pintura reflejados, entre otros medios, en la combinación del diseño y del color –con predominio del primero o del segundo– y en la gestualidad.

      La interrelación palabra-imagen, sus transferencias mutuas –con simultaneidad y/o prioridad de la una o la otra– afectan a la invención y elaboración de la pintura del Siglo de Oro mediante, entre otras vías, la doctrina retórica y, dentro de ella, especialmente la representada por la oratoria sagrada en la predicación y en publicaciones. Los tratadistas del arte españoles, por su lado, beben en las fuentes clásicas y en tratados de los siglos XV y XVI –sobre todo italianos–, alimentados a su vez, en mayor o menor grado, de aquéllas. En prueba de lo dicho, el autor aporta una significativa y numerosa relación de textos y de ejemplos, a los que acompaña la correspondiente glosa. Pasa así revista a una serie de imágenes (tales, la imagen litúrgica y la de devoción), atendiendo a sus distintos usos (públicos y privados) y considerando también otros aspectos, como el de su relación particular, individual, con la persona.

      Quiero señalar también que esta obra


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