Administración de riesgos: Un enfoque empresarial. Rubi Consuel Mejía Quijano

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Administración de riesgos: Un enfoque empresarial - Rubi Consuel Mejía Quijano


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2.1 DEFINICIÓN

      La administración de riesgos es el conjunto de acciones llevadas a cabo en forma estructurada e integral, que permite a las organizaciones identificar y evaluar los riesgos que pueden afectar el cumplimiento de sus objetivos, con el fin de emprender en forma efectiva las medidas necesarias para responder ante ellos.

      Esta definición contempla varios aspectos:

      1. Es un conjunto de acciones estructuradas y ejecutadas en forma integral, lo cual significa que la administración de riesgos no se limita a un evento o circunstancia, sino que corresponde a un proceso dinámico que se desenvuelve a través del tiempo y consta de una secuencia de pasos definidos en forma precisa, que se aplican en toda la organización e involucran al personal de todos los niveles.

      Hacer partícipe de la administración de riesgos a todo el personal de la empresa y aplicarla en todos los procesos, proyectos y actividades de la organización, son los dos elementos que permiten efectuarla en forma integral.

      Establecer los pasos a seguir en el proceso de administración de riesgos en forma coordinada, aprobarlos, divulgarlos y entrenar al personal en su aplicación, permite la realización de un proceso estructurado que garantiza su éxito.

      2. La administración de riesgos es necesaria debido a la incertidumbre y a la posibilidad que tienen las empresas de verse enfrentadas a circunstancias, tanto internas como externas, que puedan afectar el logro de sus objetivos organizacionales. En este sentido, es importante destacar que establecer cuáles son esos eventos posibles, permite determinar a que está expuesta la empresa, calificar el grado de exposición y tomar las decisiones pertinentes sobre el nivel de riesgos que puede o desea aceptar, en busca de sus propósitos.

      Establecer los objetivos como punto de partida para identificar y evaluar los riesgos, permite a las empresas mantener enfocadas sus acciones hacia sus definiciones estratégicas y trabajar lo verdaderamente importante, sin desviar los esfuerzos en el manejo de los riesgos o circunstancias aisladas o de poca importancia.

      3. La administración de riesgos permite responder en forma efectiva ante los riesgos identificados. Cuando se habla de responder ante un riesgo, se refiere a definir las medidas de tratamiento más apropiadas de acuerdo con la evaluación del riesgo. Estas medidas van desde considerar que el riesgo no tiene importancia y la entidad puede asumirlo, hasta establecer que el riesgo es alto y su impacto puede afectar en forma significativa la estabilidad financiera de la empresa, y decidir tomar medidas para disminuir su probabilidad de ocurrencia y su impacto.

      Cuando se habla de efectividad para responder ante un riesgo, se refiere a determinar la forma más adecuada para controlarlo, de tal manera que se logre disminuir su impacto o probabilidad de ocurrencia, a un costo razonable. En este sentido es necesario garantizar que la relación costo/beneficio sea satisfactoria. Se debe buscar la mejor respuesta al mejor precio.

      Para administrar los riesgos en forma exitosa, se debe contar con las herramientas necesarias que le permitan a la empresa desarrollar un lenguaje común que facilite la comunicación interna y externa, prevenir los riesgos y disminuir la probabilidad de su ocurrencia, detectarlos en caso de que se materialicen, contar con sistemas ágiles y flexibles para responder ante ellos, y con el personal y los recursos de la organización apropiados; generar informes y medir su ocurrencia. Una adecuada cultura organizacional permite también desarrollar la administración de riesgos con éxito, porque compromete toda la organización en este propósito.

      Los beneficios de la administración de riesgos son múltiples, entre ellos están los siguientes:

      Con la administración de riesgos se pueden identificar y administrar los riesgos en forma integral a lo largo de toda la organización, lo cual permite tomar ventajas de las oportunidades, así como tomar decisiones fundamentadas en el equilibrio entre la tolerancia al riesgo; es decir, la cantidad de riesgo que la empresa está dispuesta a tomar, y su deseo de crecimiento, expresado en sus objetivos y estrategias. De igual forma, desde el punto de vista operativo, las decisiones del manejo del riesgo pueden darse dentro de los lineamientos estratégicos, teniendo en cuenta la capacidad de la organización para administrarlos.

      Al realizar en forma integral la administración de riesgos, se tienen en cuenta los riesgos relacionados con los recursos humanos, físicos, financieros, tangibles e intangibles, al igual que con las fuentes que generan valor a la organización, las internas y las externas, relacionadas con sus proveedores, socios, clientes, etc.

      Este análisis integral permite, entre otras cosas, administrar los riesgos en forma exhaustiva a través de los procesos y actuar de inmediato ante oportunidades, o anticiparse a los problemas que puedan presentarse, lo cual representa menores costos operativos y mejora los tiempos de respuesta ante situaciones de peligro para la entidad.

      La administración de riesgos permite a todos los empleados comprender la exposición al riesgo en la empresa. Al identificar sistemáticamente los riesgos, los responsables de los procesos pueden tomar las decisiones necesarias para su manejo; esto refuerza su responsabilidad, al igual que asignarles, como función propia de sus cargos, la administración de los riesgos de los procesos en los cuales tienen participación y proporcionarles las herramientas para ejercer autocontrol en el cumplimiento de sus tareas.

      Lo anterior mejora la cultura organizacional porque propicia la innovación y la colaboración entre los empleados de las diferentes áreas y procesos, debido a que se crean espacios de participación y discusión sobre los aspectos a mejorar, que permiten reducir los riesgos que pueden afectar las compañías.

      También amplía y mejora las decisiones al proporcionar respuestas integradas a los múltiples riesgos a los cuales está expuesta la organización; por ejemplo, puede propiciar la compra adecuada de seguros (no comprar poco ni comprar mucho), la elaboración de planes de contingencia y de recuperación ante situaciones de crisis, el diseño de controles de prevención de riesgos, etc., lo que puede evitar consecuencias como la quiebra, la interrupción de los servicios prestados o de la elaboración o distribución de los productos; lesiones o incapacidad de los empleados y deterioro de la imagen.

      La administración de riesgos permite ejercer mayor control sobre los costos de una organización, minimizando sorpresas por pérdidas operacionales inesperadas, al establecer las medidas de seguridad adecuadas que controlen los riesgos que afectan la supervivencia de la empresa o el resultado de sus operaciones.

      La administración de riesgos contribuye también a la disminución de costos en las organizaciones, al establecer criterios generales para la toma de decisiones en el manejo de los riesgos, lo que permite mejorar la distribución de recursos definiendo los niveles óptimos de inversión y gasto, mediante procesos rigurosos de priorización de los riesgos.

      El control de los costos se puede dar, por ejemplo, al reducir el impacto en los estados financieros ocasionado por los riesgos no asegurados, a través de la creación de reservas o fondos; al recuperar los valores máximos posibles por siniestro asegurados; al aprovechar la baja siniestralidad para obtener reducción de primas en los seguros; al reducir los costos de transferencia debido a la compensación o agrupación de los riesgos; al diseñar planes institucionales o políticas generales que reduzcan los riesgos presentes en varios procesos, y no establecer soluciones puntuales sino integrales para el manejo de los riesgos en toda la organización.

      Otro beneficio de la administración de riesgos es la compatibilidad con los sistemas de gestión de la calidad. Al integrar la administración de riesgos en los procesos, se logra una consolidación del mejoramiento continuo en las organizaciones y se utiliza la capacidad instalada, los conocimientos desarrollados y el personal involucrado en los procesos de calidad, proporcionando una mirada más amplia de los procesos, en los que la identificación de sus riesgos orienta la definición de las acciones de mejoramiento y, por ende, contribuye al cumplimiento de los objetivos previstos.


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