El sufrimiento en el trabajo. Christophe Dejours

Читать онлайн книгу.

El sufrimiento en el trabajo - Christophe Dejours


Скачать книгу
entre los cuales me incluyo.

      Y esta tesis se desarrolla en cuatro ámbitos:

      En el ámbito individual. En este plano el trabajo tiene un rol central en la formación de la identidad y para la salud mental.

      El segundo ámbito es el de las relaciones entre los hombres y las mujeres. En la desigualdad entre ambos y en los vínculos de dominación que establecen, que organizan lo que se llama ahora género. El trabajo ocupa un rol central en la relación entre hombres y mujeres, más teniendo en cuenta que aquí en este caso cuando hablamos de trabajo no entendemos solamente el trabajo asalariado sino también el trabajo doméstico, que es un trabajo a parte y de tiempo completo.

      El tercer ámbito es el político, donde podemos mostrar que el trabajo ocupa un plano central respecto de la evolución de la sociedad entera.

      Finalmente podemos distinguir una cuarta dimensión de la centralidad del trabajo que tiene que ver en este caso con la teoría del conocimiento. El noble status que tiene el conocimiento desde la filosofía griega supone que está de alguna manera suspendido por encima de las contingencias de los mortales. Este concepto debe ser revisado enteramente desde el momento en que uno considera el proceso de producción del conocimiento y no solo ese conocimiento. Es lo que llamamos la centralidad epistemológica del trabajo.

      El deterioro de la salud mental en el trabajo está específicamente vinculado a la evolución de lo que llamamos la organización del trabajo y en particular en la introducción de nuevas técnicas entre las que primero encontramos la evaluación individual de los rendimientos, segundo, la “calidad total”, y en tercer lugar, la precarización el empleo, que es una cosa menos novedosa en Argentina, pero que constituye una verdadera mutación en Europa, donde se habían hecho enormes progresos a favor del empleo estable durante los últimos 40 años.

      El aumento de las patologías mentales vinculadas con el trabajo es el resultado casi esencialmente de la fragilización, que es generada por ciertos métodos de organización del trabajo que destruye los vínculos que se establecen entre las personas y que en lugar de la confianza, de la lealtad y de la solidaridad instalan en el mundo del trabajo el “salvase quien pueda”, la deslealtad, y finalmente una soledad implacable en el medio de la masa.

      Y más allá de la patología hay que hacerle un lugar específico al análisis del sufrimiento. Y si podemos hoy en día estudiar las causas de la patología mental en el trabajo, inversamente podemos caracterizar las condiciones que serían favorables para la salud mental. Para poder responder esta pregunta es necesario entrar en la materialidad misma del trabajo. Ir hasta el gesto, el pensamiento, los afectos que conforman el corazón o la centralidad de lo que podríamos llamar el trabajo vivo.

      El trabajo vivo es una expresión que ha sido introducida por Marx. En esta parte de la obra de Marx, donde todavía siendo joven él hacia un trabajo de filósofo, y en particular en lo que se llama Los manuscritos económico y filosóficos y en la Critica de los fundamentos de la economía política. El trabajo vivo es un concepto fundamentalmente filosófico. Y vamos a tratar de descifrar el contenido psicológico, más exactamente subjetivo de lo que Marx ya había de alguna manera percibido. El escribía que el trabajo está -o es- vivo, es individual y subjetivo. Son los mismos términos que utilizaba el joven Marx. Los ergónomos han procedido a lo que se llama el análisis ergonómico del trabajo y de la actividad: la tarea define ahora el objetivo a alcanzar así como el camino a recorrer para alcanzar ese objetivo. Es decir, el modus operandi está prescripto. La tarea es lo que está prescripto por la organización del trabajo. Pero los ergónomos han mostrado que los trabajadores o los operadores, como se los designa en la ergonomía, no respetan nunca las prescripciones en su integralidad. Y en toda circunstancia, incluso en tareas que son muy cortas, hasta las que duran menos de un minuto, los operarios hacen trampa. Y no solamente por el placer de hacer una transgresión o desobedecer sino también porque hay que enfrentarse a anomalías, incidentes, momentos de ruptura cuando todo se detiene, disfuncionamientos, imprevistos, que van inevitablemente a perturbar el bello ordenamiento que tiene la producción. El operario hace trampa para poder hacer lo mejor posible en el tiempo más corto posible a pesar de los incidentes e imprevistos.

      Y todos estos incidentes que vienen a perturbar las previsiones, es lo que llamamos lo real. Lo real es lo que le aparece o se hace visible a aquel que trabaja por la resistencia de la materia, de las herramientas, o de los objetos técnicos, las máquinas: es la resistencia al dominio, al control. Hay una paradoja en lo real. Cuando estoy utilizando una técnica que yo conozco bien, de repente sucede que eso ya no funciona más. Por ejemplo, una pieza que se rompe debajo de una prensa, o la máquina o la herramienta que tiene una sobrecarga y recalienta, o el cuerpo de un enfermo que tiene una reacción alérgica cuando le estoy inyectando un medicamento. Todo trabajo está así salpicado por las irrupciones de la resistencia de lo real. Y lo real entonces se manifiesta primero como un fracaso. Podríamos dar numerosos ejemplos de ello.

      Esto tiene que ver con el encuentro de lo real en el trabajo del psicoanalista y la manera penosa o difícil en la que ocurre la experiencia del fracaso. Muchas veces es una experiencia muy penosa, de manera tal que podemos decir que lo real se manifiesta a aquel que está trabajando en primer lugar y ante todo, bajo la forma de una experiencia afectiva, subjetiva. Lo real del mundo se va a conocer en primer lugar solo subjetivamente. Y en la experiencia del fracaso, en el momento mismo donde lo que yo tenía dado por cierto, en el momento en que toda la confianza que yo tenía en mi técnica, en el momento en el que mi creencia en la verdad científica, en algún momento y de manera brutal, son puestas en fracaso por lo real. Hay que retener este descubrimiento del trabajo. Lo real es en primer lugar una experiencia afectiva y subjetiva. De tal manera, el trabajo vivo es el trabajo que consiste en primer lugar en hacer la experiencia y la prueba de lo real. Genera en primer lugar un sentimiento de sorpresa, luego sobreviene fácilmente la irritación, el malestar, a veces también la rabia, la decepción, y también puede ser un sentimiento de cansancio, de duda, y rápidamente un sentimiento de impotencia. Entonces lo real del mundo se manifiesta al que está trabajando en un modo pático. Es decir, en el modo pasivo de sufrimiento. Trabajar es siempre, en primer lugar, fracasar. Y luego, en segundo lugar, trabajar siempre es sufrir. No hay trabajo sin sufrimiento.

      La dificultad con lo real es que a menudo no sabemos cómo enfrentarlo, no conocemos la solución. Pero si no conozco la solución hace falta que la descubra por mí mismo, a veces hace falta que invente soluciones. ¿En qué consiste entonces la inteligencia, de la cual hay que hacer uso para poder sobreponerse de lo real? La inteligencia es entonces, antes que nada, la capacidad de reconocer lo real, después asumir la impotencia, la pérdida de habilidad, y sobre todo lo más difícil es que hay que mostrar “aguante”. El “aguante” ante el fracaso. No voy a tener éxito pero tampoco abandono. Persisto, me obstino, busco. Y a veces esto dura muchos días, vuelvo a pensar fuera de mi horario de trabajo, pienso a la noche y no me puedo dormir, tengo insomnio a raíz de mi trabajo, y sueño. La inteligencia en el trabajo es todo esto, porque para inventar y encontrar una solución hace falta comprometerse completamente, con toda la persona, con toda la subjetividad. Y a fuerza de aguantar ante el fracaso, terminaré por tener la intuición de la solución. Pero hay que subrayar que la intuición nace de la intimidad con la tarea, con la materia. La intimidad con el objeto técnico que resiste. Hay que fracasar, aguantar, recomenzar, fracasar de nuevo, persistir, volver a la obra, y en un momento surgirá la idea, la solución, que es el “hijo bobo” del fracaso, y la familiarización con el fracaso. La solución viene del fracaso. Es porque fracasaron diez veces que viene la idea que la diferencia de las anteriores. La solución entonces es un hijo del fracaso, la solución proviene de la capacidad de resistir al fracaso y fundamentalmente de la capacidad de sufrir.

      Entonces, trabajar es en primer lugar fracasar y trabajar es en segundo lugar sufrir. Y la solución es una producción directa del sufrimiento.

      La transformación del sufrimiento en placer pasa por el reconocimiento. Para ello agregaré un elemento a mi presentación que tiene un vínculo con la teoría de la sublimación. Específicamente con lo que la clínica del trabajo puede aportar también a la teoría de la sublimación de Freud.

      Aunque existen otros dos niveles que están implicados en la sublimación, primero hay


Скачать книгу