Cómo vivir bien 100 años. Felipe Larraín

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Cómo vivir bien 100 años - Felipe Larraín


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      CAPÍTULO 1

      Sentirse bien para vivir más y mejor: importancia del bienestar psicológico en adultos mayores

      NURIA PEDRALS, GUADALUPE ECHEVERRÍA, MARCELA BITRÁN, DR. ATTILIO RIGOTTI

      El bienestar psicológico es un tema de creciente interés en salud y en políticas públicas, y se está convirtiendo en una aspiración emergente de la población en todo el mundo. Dicho bienestar no se define exclusivamente por la ausencia de estrés o de enfermedades como el deterioro cognitivo tipo Alzheimer o la depresión. La verdadera salud mental de un individuo puede y debe ser definida por la presencia de una serie de recursos psicosociales positivos y de bienestar psíquico que se traducen en un óptimo funcionamiento emocional, psicológico y social de las personas. Esta definición ha llevado al concepto de salud mental positiva así como al diseño, validación e implementación de diferentes métodos de medición para su aplicación a nivel individual y poblacional.

      Desde esta perspectiva, la salud mental positiva (Keyes, 2002) está definida por tres dimensiones relacionadas, aunque empíricamente discernibles: a) el bienestar emocional, hedónico o subjetivo; que resulta de la conjunción de un balance favorable de emociones positivas versus las negativas, junto a satisfacción con la vida, y que se homologa tradicionalmente con la felicidad; b) el bienestar eudaimónico, que considera diferentes aspectos del funcionamiento psicológico óptimo permitiendo el desarrollo del máximo potencial individual que genera un propósito y sentido en la vida (Ryff, 2014); y c) el bienestar social, que evalúa varios aspectos positivos del funcionamiento de un individuo dentro de su entorno.

      En las últimas décadas, la psicología ha promovido un análisis científico-experimental de los determinantes, el sustrato neurobiológico, el impacto y la promoción del bienestar psicológico de las personas en diferentes ámbitos. Estos van desde un nivel personal hasta la sociedad en general. La psicología positiva constituye este nuevo movimiento que estudia el bienestar de las personas para que puedan vivir una vida plena. Diferentes investigaciones observacionales transversales y longitudinales, así como trabajos experimentales y de intervención más incipientes, han demostrado que el bienestar subjetivo está asociado a numerosos beneficios relacionados con la salud física, el trabajo, la situación económica, la vida en familia, las relaciones interpersonales y la calidad de vida. De hecho, el desarrollo de un mayor nivel de bienestar subjetivo es uno de los objetivos primordiales de la Política Integral de Envejecimiento Positivo para Chile 2012-2015 propuesta por el Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA).

      Evolución del bienestar psicológico con relación a la edad

      Desde el punto de vista del ciclo vital, los datos internacionales en países desarrollados indican que el bienestar subjetivo o hedónico se relaciona con la edad. Este aumenta progresivamente desde el adulto joven hacia el adulto mayor de 60-70 años, aunque tiende a estabilizarse o decaer a edades más avanzadas como consecuencia, entre otras cosas, de la menor salud física y del impacto de diferentes enfermedades crónicas asociadas a esta etapa de la vida (Steptoe et al., 2015). Además de la relación cuantitativa con la edad, la evidencia indica que el sentido del bienestar psicológico homologado a felicidad es dinámico y cambia cualitativamente en el curso de la vida. Mientras las personas más jóvenes tienden a asociar la felicidad con entusiasmo y exaltación, las personas mayores se vuelven más propensas a asociar la felicidad con tranquilidad y sosiego (Molginer et al., 2010).

      Como indican estudios previos sobre psicología del envejecimiento, este cambio parece estar determinado por las diferencias de tiempo disponible de vida de las personas, lo cual tiene impacto en las percepciones, los objetivos y las decisiones de sus vidas. Cuando la gente tiene un horizonte temporal amplio tiende a buscar la novedad y se entusiasma y energiza con eventos del futuro; mientras que un horizonte de tiempo limitado hace a los individuos focalizar su atención en el presente para disfrutar con calma y tranquilidad. Por otro lado, la teoría de la selectividad socioemocional (Carstensen et al., 1999) postula que con la edad se desarrolla una sabiduría emocional que conduce a la selección de las amistades y experiencias más satisfactorias. Así, a pesar de factores tales como la reducción de los ingresos, la jubilación, el deterioro de la salud y la muerte de seres queridos, las personas mayores tienden a mantener e incluso aumentar el autorreporte de bienestar, centrando la atención en un conjunto más acotado de experiencias y contactos sociales.

      Estos hallazgos


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