El Mundo de Eshú y Pomba Gira. Maribel Pedrera Pérez – Maga Beth
Читать онлайн книгу.cualquier amarre que te hayan hecho a ti o a la persona de la cual te preocupas, la ira y la venganza de las de Calunga es inmensa y su efectividad muy rápida.
No puedes decirle lo que hacer, debes dejarte llevar en sus manos y encomendarte a ellas para llegar a buen puerto.
Capítulo 4 – Kimbanda
Hablar de Kimbanda no es hablar de magia negra ni hablar de Umbanda hablar de magia blanca, eso no existe, cada una tiene sus líneas y sus decálogos.
Es una religión dentro de los cultos afrobrasileños cuyas influencias y sincretismos son: Bantúes, indígenas, católicos, Nagô o Menina, espiritismo moderno y corrientes orientales.
Debemos tener en cuenta que debido al sincretismo entre Eshú y el diablo hubo confusiones y se cree a veces por falta de información que la Kimbanda es una especie de culto satanista.
El Eshú de Kimbanda es simplemente un egún, el alma de una persona que perteneció al culto.
Kimbanda significa hechicero.
Los Kimbandas son brujos que tanto en el África bantú como en el Brasil durante la esclavitud se dieron a conocer por sus trabajos kimbanderos, con trances, fumando habanos, tomando bebidas y estando en contacto con los muertos.
Muchos de estos Kimbandas tenían parecido con lo que representaban y adoraban por lo tanto muchos a su muerte eran considerados mensajeros de Eshú al que habían servido fielmente en vida, según las tradiciones Bantúes e indígenas, ambas culturas exponen que el espíritu del chaman o hechicero regresa a la tierra a través del trance en algún hechicero vivo.
Kimbanda no es sinónimo de diablo, ni oscuridad, ni brujería. Es como cualquier expresión espiritista un modo de poder salir adelante en la vida diaria y tratar de progresar espiritualmente teniendo la gente a tu alrededor, los compadres quienes con sus consejos y su fuerza nos dan alegría en horas de aflicción.
La magia de Kimbanda no es para la práctica del mal, pero el funcionamiento de uso es culpa de nosotros, no de las entidades.
En el principio solo existía Nzambi dueño de todos los secretos.
Era una gran masa de energía que podía estallar, así lo hizo: millones de trozos de materia que pasaron a ser una estrella, un planeta y a partir de aquí comenzaron a separarse todos los componentes del universo haciéndose cada vez más extenso por eso se decidió que debía crear un ser para que pudiera recorrer todos los espacios. Se concentró en un punto fijo y le dio la vida a Eshú que fue hecho doble hombre y mujer al mismo tiempo, dándole 7 poderes (de ahí viene el origen del número 7 en él para todo):
– La llave que abre los límites entre un espacio y otro, entre la luz y la oscuridad, lo caliente y lo frío.
– Ser libre de escoger entre lo bueno y lo malo.
– Conocimiento de todo y memoria de todas las cosas a partir de su nacimiento y pudiendo enriquecerse su sabiduría con sus experiencias propias.
– Poder crear seres precipitando su propia energía sobre la materia sin vida.
– Poder viajar en el tiempo.
– Entender a todas las criaturas.
– En caso de necesidad podrá dividirse y crear seres parecidos a él pero inferiores en poderes y facultades.
Eso sería el origen de nuestro Eshú de Kimbanda.
Tenía la misión de recorrer todos los espacios a los que Nzambi no podía llegar, sobre todo en las zonas donde Reina la nada y la oscuridad. Había sido hecho de un color rojo oscuro, que contenía un montón de partículas en movimiento, brillantes como teas, esto le permitía estar en cualquier espacio de luz u oscuridad, su color es su vida.
Cuenta la leyenda de su origen que cuando se vio con poder decidió coronarse rey de las zonas oscuras y prescindir de Nzambi.
Tenía el poder para crear y creo 7 seres de sí mismo con sus mismos poderes y facultades pero en menor grado, que son 7 Reinos:
– Rey de las 7 Encrucijadas
– Rey de los 7 cruceiros
– Rey de las 7 liras
– Rey de la Calunga
– Rey de las almas
– Rey de las matas
– Rey de la playa
Cada uno de estos Reinos los dividió en 7 territorios y cada uno de los reyes en 7 partes para poder estar en todas partes.
El poder de Eshú para dividirse tenía como consecuencia que cada una de las partes nuevas que se iban separando tenía personalidad nueva. Cada vez que nacía uno de ellos se dividía en 7.
Los primeros 57 fueron los más poderosos y pasaron a ser los jefes de todos los demás. Ellos les dieron los nombres a todos los que tenían energía suficiente para llevar el nombre de Eshú y les dieron misiones dentro del territorio.
Los que no tenían poder y se habían quedado en la escala más baja no se les dio misión ni poder. Ellos formaron un grupo y fueron a hablar con el primero de todos, le contaron sus problemas y el rey les dio un poco de su energía, cogió sus espíritus y los trasladó a cuerpos materiales: los primeros hombres.
Estos hombres eran andróginos, no podían tener descendencia. Cuando morían el rey tenía que volver a usar su energía para colocar de nuevo los espíritus en el cuerpo. Eso le llevaba mucho tiempo y gasto de demasiada energía y se debilitaba. Pensó en cómo solucionarlo, el tenía la llave que abría y cerraba los límites.
Pensó en separar los sexos, pero se enfadaron y él contestó que no tendrían cuerpos para sus espíritus porque ahora sólo haría cuerpos con sexos definidos. Pero al rebelarse contra él nunca podrían ser ni hombre ni mujer, su espacio sería las tinieblas.
Estos grupos se les llamó quiumbas, espíritus sin luz y perjudican a las personas.
Esto sería la breve historia del origen de Eshú en esta religión.
Es su principal dios y es la energía que está en la naturaleza, el mensajero de los hombres a los Orishás. De esta fuerza emergerán los demás, espíritus que una vez estuvieron de pasaje por este planeta y envueltos en energía evolucionan para llegar a planos superiores, tratando de que esta etapa que les toca vivir sea de mucha luz espiritual para así de esa forma poder lograr la evolución que están buscando. Por eso encontramos dentro de la Kimbanda un organigrama donde vemos la función y el lugar que ocupa cada uno.
La Kimbanda surge a principios del siglo XX, la macumba primitiva se transformó en hechicería y ésta en la Kimbanda. Su base es Eshú como elemento de la naturaleza que forma parte de un todo. Es el culto a él como dueño de la tierra, comunicador con los Orishás y el que está más cerca del hombre.
En un principio hablar de Kimbanda era hablar de policía astral, retiraba todo lo que pudiera perturbar a los humanos.
Para pertenecer a la Kimbanda tiene que escogerte un espíritu, el cual se manifiesta haciendo que la persona se ponga enferma y no la cure ningún medicamento.
El adivino descubre que entre sus antepasados había un kimbandero y el espíritu del muerto es el responsable de todo. Le dejará en paz si el sirve de médium profesional, curandero, hechicero o macumbero. El médium está instruido por el espíritu interesado.
Los Kimbandas suelen ser adivinos, absorben la sangre del animal que se sacrifica en su ceremonia de iniciación a lo que se sigue una prueba de adivinación, luego tienen que descubrir objetos enterrados.
Deben construir talismanes y amuletos con caracoles, dientes de jabalí y cuernos de ciervo y porciones calcinadas de corazones de distintos felinos, uñas y piel de serpiente triturada.
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