Martí de Viciana: Libro tercero de la Crónica de la ínclita y coronada ciudad de Valencia y de su reino. Rafael Martí de Viciana

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Martí de Viciana: Libro tercero de la Crónica de la ínclita y coronada ciudad de Valencia y de su reino - Rafael Martí de Viciana


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diziéndole cómo un capitán de su tierra, con diez galeras y un leño, cabe Santlúcar de Barrameda, havía tomado dos navíos de plazentines en su presencia, catándole muy poca honra y menos cortesía, con mucha desvergüença, e que embiándole a requerir que los restituyesse no hizo caso de cosa alguna; que por ende le requería que le hiziesse entregar aquel capitán suyo que esta deshonra le havía hecho. E assí, llegado el cavallero en Barcelona, dio la carta al rey don Pedro de Aragón y explicó su embaxada. A la qual el rey de Aragón respondió que el capitán de las galeras no estava en sus tierras, e que siempre que tornase en ellas y le pidiessen justicia, provada que fuesse la culpa del capitán, él le castigaría de tal manera que el rey de Castilla quedase satisfecho. E como el Gil Velazques entendió la respuesta del rey de Aragón, que no convenía para lo que pedía el rey de Castilla, respondió en esta manera:

      — Rey, la crehencia que el rey de Castilla, mi amo, me manda que diga por su carta es que, pues no queréis entregar al capitán de las galeras, que desafía a vós y ha todo vuestro reino de Aragón.

      Allegando ciertas pretensiones por parte del rey de Castilla para dar escusasión del rompimiento de la paz. A todas las quales el rey de Aragón satisfizo, según lo escrive Miguel Carbonell.35 E assí quedaron rompidos de la paz. Y por causa del don Francisco de Perillós, a quien el rey favorescía, se escomençó la guerra entre los reyes don Pedro el Cruel de Castilla y don Pedro de Aragón, en el año de mil trezientos cincuenta y seis, y del reinado del de Castilla, séptimo, y de su hedad, veinteitrez.36

      Tornando en Barcelona el don Francisco de Perillós // con sus galeras de la navegación de Inglaterra, passó en Francia para dar al christianíssimo rey de Francia relación, cuenta y descargo de la armada y suscesso della. Y como el rey de Francia le vido muy humanamente y con cara serena, le rescibió, y después le hizo su capitán general y almirante de Francia, y su camarero, e le hizo merced que como a su deudo descendiente de la casa de Tolosa y por los officios que le encomendara, que tomasse y llevasse en sus escudos y banderas y entre sus armas propias las armas reales de Francia, que son, en campo azul, trez flores de lis de oro.

      E tomada licencia de su señor, el rey de Francia, y rescebidas las mercedes antedichas y otras que el rey de Francia en dineros y joyas le hizo, se vino para Barcelona. Y con el rey de Aragón se embarcó en las galeras para Mallorca, porque el rey de Castilla con sus galeras maltratava los insulanos. Y llegados a Mallorca, huvieron nuevas que ciertas galeras de Castilla estavan en Formentera. Y el rey de Aragón mandó al don Francisco de Perillós que con sus galeras navegasse para allá. E como fue descubierto de los enemigos, las galeras de Castilla se pusieron a la mar, y el don Francisco les dio caça hasta Cartagena. Y entradas en el puerto, el don Francisco se bolvió, dende un isleo que nombran la isla Grosa, para Mallorca. Y el rey don Pedro, holgándose con él, le hizo merced de las varonías de Seret y de Millás, en Rosellón.37 ||3v

      Cresciendo la guerra de Castilla contra el rey de Aragón, tuvo alguna nescessidad el rey de Aragón de gente y de dinero. Y para este remedio el rey de Aragón embió a don Francisco de Perillós en Aviñón, al papa, del qual huvo cient mil florines para el socorro de la guerra, y del rey de Francia otros cient mil florines. Y con éste dinero pagó ciertas compañías de gentes desmandadas que en las partes de Aviñón enojavan al papa y al rey, y a los pueblos y para España eran necessarias. El don Francisco de Perillós, mientra tratava el negocio de la gente, embió a Bretaña por don Bertrán de Claquí, su hermano, y dende allá vino y le truxo al senescal de Francia; Hugo de Caviley, cavallero inglés; al conde de Marca y el Cavallero Verde, y muchos otros cavalleros y banderas de infantería, de todo lo qual fue general el don Bertrán de Claquí.38 E caminando por sus jornadas llegaron en segundo día de henero en Barcelona año 1366, adonde el rey les esperava y les salió a rescebir. Después, el día de los Reyes, a seis de henero, el rey les combidó a comer y assentó a su mano derecha a don Bertrán de Claquí, general, y a la otra mano del rey el infante, su hijo, y después el senescal Hugo de Caviley, el Conde de Marca y el Cavallero Verde. Havía en la sala otras messas donde se assentaron a comer muchos cavalleros y capitanes de las compañías del don Bertrán de Claquí.39

      Después, a nueve del mesmo mes de henero, el rey hizo merced a don Bertrán de Claquí de la ciudad de Borja, en Aragón, con título de conde, y de los castillos, villas y lugares de Elda y Novelda en este reino de Valencia, según paresce por privilegio dato en Barcelona en el mesmo día. E más, le dio cient mil florines para pagar la gente que trahía. E quarenta mil florines para su persona, y le prometió acrescentarle su estado // con darle Magallón y sus tierras, y casarle a su hermano en España, y darle mayor estado y pagar los daños que rescibirían sus gentes francesas en la entrada de Castilla.

      Don Bertrán de Claquí, de quien los historiadores de su tiempo hazen mucha cuenta y, según tenemos entendido por Thomic, y por Juan Bonchet de Aquitania, y Roberto Gaguino y muchos otros historiadores franceses cuyas obras havemos leído, hallamos que su origen fue de la casa de Bertrán, de tierra de Perillach. E que de allí se fue a las guerras del rey de Francia en las partes de Bretaña, adonde mudó el appellido según costumbres de guerra, y fue por los unos nombrado don Bertrán Bretón y por otros don Bertrán de Claquí. E assí él mudó el appellido de Bertrán en el Claquí, y don Remón y don Francisco, sus hermanos, que vinieron en España se nombraron de Perillós.40

      Fue el don Bertrán de Claquí cavallero de mucha prudencia, consejo y valor, como lo siente Juan Bonchet, diziendo que si los Scipiones Africanos y otros capitanes romanos, Godofredo de Bullón, Mario, Graco, Catón, Decio, Fabio, Camillo, Emilio y Pompeyo fueron muy valerosos y señalados varones, que en Francia también se hallaran otros tantos como fueron Carlo Martello, Roldán, Oliveros y muchos otros de los pares de Francia, y este nuestro illustre don Bertrán de Claquí. ||4 También recita Roberto Gaguino que el rey de Francia, año de 1364, le hizo merced de Longa Vila. Esta Longa Vila los vulgares nombraron Guifarda, e también le hizo su condestable.

      Otrosí tenemos de la Chrónica del rey don Pedro de Castilla que en primero de abril del año 1367 que el príncipe de Gales embió una carta al rey don Enrique del tenor que se sigue:41

      Aduarte, hijo primogénito del rey de Inglaterra, príncipe de Gales y de Guiayna, duque de Cornualla y conde de Lestre,42 al noble y poderoso príncipe don Enrique, conde de Trastámara.

      Sabed que en estos días passados el muy poderoso y alto príncipe don Pedro, rey de Castilla y de León,43 nuestro muy caro y amado pariente, llegó en las partes de Guiayna, donde estávamos, e fízonos entender que cuando el rey don Alonso,44 su padre, murió, que todos los de los dichos reinos de Castilla y de León, pasíficamente le rescibieron y tomaron por su rey y señor. Entre los quales vós fuistes de los que assí le obedecieron y estuvistes gran tiempo en su obediencia. Y que después entrastes con gentes de guerra en sus reinos, y que se los ocupastes, y vos nombrastes rey de Castilla y de León, y le tomastes sus thesoros y rentas y tierras. Y que dezís que lo defenderéis dél y de quien le ayudare. De que mucho nos maravillamos que un tan noble como vós he hijo de rey hagades cosas que vos sean vergonçosas, por hazer contra vuestro rey y señor.

      Y todas estas cosas las embio a mostrar a mi padre, el rey de Inglaterra, con que le requería que por el deudo que havía entre las casas de Castilla y Inglaterra, e por la liga que el rey don Pedro tenía hecha con mi padre y conmigo, que le quisiéssemos ayudar a tornar en su reino. Y el rey, mi padre, viendo que el rey don Pedro, su pariente, le embiava a pedir cosa justa y razonable a que // todo rey deve ayudar, plúgole de lo assí hazer, y embiónos a mandar que con todos sus vassallos viniéssemos a ayudar y confortar al rey don Pedro, según que a su honra cumplía, pues le hazíades sin razón, por la qual causa somos venidos y estamos en el lugar de Navarrete, que es en los términos de Castilla; e porque si voluntad fuesse de Dios que se pudiesse escusar el derramamiento de sangre humana, como acontecerá si en batalla entramos, lo que sabe Dios quanto nos desplaze. Por ende vos rogamos he requerimos, de parte de Dios y del mártir sancto Jeorge, que, si vos plaze, seremos medianero entre el dicho rey don Pedro y vós, en que trabajaremos que vos ayades en los sus reinos y en la su buena gracia y merced tan gran parte con que muy honradamente podades passar y mantener vuestro estado.


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