La transición española. Eduardo Valencia Hernán
Читать онлайн книгу.incompleta su función, como que en el manifiesto fundacional de la Asamblea no se encontrase la palabra «Generalitat», a pesar de que ningún partido negaba la legitimidad del presidente en el exilio. Esto creó desde el inicio un enfrentamiento con la institución que representaba Josep Tarradellas. No obstante, en diciembre de 1975, ya desaparecido el dictador, en la XII reunión de la CPAC, se aprobó el contacto con el presidente de la Generalitat y de la constitución de un gobierno provisional; solución que más que aglutinar sectores creó dos posturas enfrentadas: Por un lado los que afirmaban que Tarradellas era solo un símbolo (PSUC, Benet, Portabella, etc.); y por otro, los que afirmaban que el «President» debía jugar un papel estratégico en el restablecimiento de la Generalitat (PSC, FNC, ERC, Reagrupament, etc.). Estas posiciones no hicieron más que entorpecer la relación entre las dos instituciones249.
En diciembre de 1971 todo volvió a la normalidad oficial en espera de la llegada de un nuevo año, donde las expectativas de la lucha antifranquista debían de tomar un nuevo impulso tras la creación de la nueva plataforma unitaria. En esos días, no resaltaron conflictos de extremo interés, tan solo destacar el nombramiento del cardenal Jubany, el primer obispo de habla catalana después de más de dos décadas, como arzobispo de Barcelona.
En lo económico, la devaluación de la peseta respecto al dólar americano en un 8,57% fue lo más destacable, junto con la victoria del polémico boxeador José Manuel Ibar (Urtain) en el Campeonato de Europa; mientras que, en las páginas internacionales, el conflicto por la independencia de Bangladesh y el nombramiento de Kurt Waldheim como secretario general de la ONU en sustitución de U Thant, fue lo que llenó de tinta las páginas de los diarios informativos250, y finalmente, el mensaje de fin de año del jefe del Estado confirmó el continuismo en su línea de gobierno: «La firmeza y fortaleza de mi ánimo no os faltará, mientras Dios me de vida, para seguir siguiendo los destinos de nuestra Patria, ¡Arriba España!»251
232. Tele/eXpres, 19-11-1971.
233. ARROYO, Francesc, «Antoni Gutiérrez Díaz: L’Assemblea en el record», L’Avenç, n.º 208, 1996, p. 7.
234. BATISTA, Antoni, op. cit., p. 102.
235. BATISTA, Antoni, op. cit., p. 104. Ver en Informes, 16-12-1978.
236. COLOMER, Josep Mª, op. cit., pp. 41-42.
237. COLOMER, Josep Mª, ibid.
238. PARRAS, Francisco, en entrevista. Parras junto con José Valentín Antón eran los delegados de la FSC-PSOE y UGT en la I Sesión de la Asamblea de Cataluña.
239. COLOMER, Josep Mª, op. cit., pp. 42-43.
240. MHC, ASSEMBLEA, op. cit., 11/1971, p. 27.
241. DALMAU, Josep, op. cit., p. 18.
242. PARRAS, Francisco, entrevista realizada sobre la Asamblea de Cataluña, mayo del 2005.
243. El Partido Carlista en Cataluña (PCC) formó parte de la Asamblea como tantos otros partidos de oposición al régimen establecido. Su beligerancia política aumentó desde la proclamación del príncipe Juan Carlos y la expulsión de Carlos Hugo de Borbón el 20 de diciembre de 1968, como así lo demuestran las cartas dirigidas por el pretendiente Francisco Javier de Borbón Parma a sus partidarios. Una de ellas, enviada el 25 de julio de 1969 decía lo siguiente: «No acepto una solución que, debiendo ser el fruto de una amplia consulta nacional en cuanto al régimen y la persona, ha quedado reducida a una solución personal, arbitraria y de partido único (…). Se ha querido por el contrario, imponer al país una solución y una dinastía, quedando así defraudada la esperanza que indudablemente tuvo el pueblo español de poder participar en la decisión de su futuro, esperanza de apertura y de mayor libertad que le hizo en su tiempo respaldar el referéndum.» En marzo de 1974, Francisco Javier de Borbón envió una carta al presidente de la Conferencia Episcopal española criticando la ambigüedad de la Iglesia contra el poder político establecido, en FRC, AJR, «Carlistes», Carpeta 73, 1969-74.
244. AHCNOC, «Asamblea de Cataluña», Carpeta, 3/1974. Manifiesto de los Grupos No-Alineados y miembros de la Asamblea
245. MHC, ASSEMBLEA, op. cit., p. 46.
246. ARROYO, Francesc, «Antoni Gutiérrez Díaz: L’Assemblea en el record», L’Avenç, n.º 208, 1996, p. 7.
247. Tele/eXpres, 16-11-1971.
248. Ver Treball, mayo de 1971.
249. LOBO, Ricard, «La Generalitat a l’exili i L’Assemblea», L’Avenç, n.º 43, 1981, p. 54.
250. El birmano Maha Thray Sithu U Thant fue secretario general de la ONU entre 1961 y1971 Kurt Waldheim lo fue en 1971-1981.
251. Tele/eXpres, 31-12-1971.
Composición y distribución geográfica de la Asamblea de Cataluña. Las Asambleas Democráticas. Función y desarrollo
El número de personas que constituyeron la Asamblea es difícil de concretar por la extensión que llegó a tener esta organización; sin embargo, existen una serie de datos identificativos sobre los que asistían en representación de las distintas organizaciones que participaban en las sesiones asamblearias y en los organismos de coordinación y dirección que podían dar una idea aproximada de la tipología de ciudadano/a que la componía. La relación de las 180 detenciones de representantes de la Asamblea registrados por la policía en los sucesos de los «113» de la parroquia de Maria Mitjancera y los 67 de los Escolapios de Sabadell, nos da una relación aproximada.
Un primer sondeo indica que el 82,7% de los participantes eran hombres y el 17,2% mujeres, y que la relación socio-profesional de estas personas presentaba un 58% de personal asalariado contra un 41,9% de no asalariado. Entre el personal asalariado, destacaba el bajo porcentaje de obreros con un 8,6% si lo comparamos con el 23,6% de administrativos y empleados, el 11,5% de cuadros superiores de empresa, el 12,6% de estudiantes y el 13,2% de profesionales liberales.
En lo referente a la extensión geográfica de la Asamblea, el estudio estuvo basado en un muestreo de 123 casos que representaban el 87,7% de la distribución entre las principales comarcas, siendo el 12,3% restante el correspondiente a diez comarcas con representación individual. Estas eran: Alt Penedés, Osona, Baix Camp, Pallars Sobirá, Baix Ebre, Gironés, Noguera, Garrotxa, Bages y Anoia. El cuadro que presento a continuación nos demuestra que el 41,7% representaba a la ciudad de Barcelona, y que, sumado al cinturón barcelonés, daba el 71,6% del total252.
Por otro lado, en lo que se refiere a las distintas organizaciones de la Asamblea, lo que más llama la atención fue la variabilidad de representación ciudadana dentro de la propia organización (cuadros 1 y 2), así como la difícil