La transición española. Eduardo Valencia Hernán
Читать онлайн книгу.nos parece que no es bastante conocido entre los trabajadores»378.
La noche del 22 de noviembre, en medio de un ambiente eufórico frente a la puerta de la cárcel Modelo de Barcelona, quedaron en libertad provisional 57 de los encarcelados. No obstante, aunque también en la prisión de mujeres salieron todas las que todavía estaban recluidas; sin embargo, al día siguiente la policía comenzó a detener de nuevo a los liberados por no pagar las multas, dictándoles prisión por dos meses más. En resumen, fue significativo la discriminación existente entre la categoría de los detenidos, ya que muchos de ellos pudieron optar a pagar la fianza fruto de la recaudación obtenida por los órganos corporativos a la que pertenecían los encausados (abogados, destacados profesores universitarios, etc.), olvidándose del compañerismo que teóricamente existía entre ellos; mientras que otros no tuvieron otra opción que pasar dos largos meses de vacaciones pagadas entre rejas. Cabe decir después de todo lo dicho que resalta sorprendentemente la calidad e información obtenida en los autos de procesamiento por la Brigada de Información, fruto de un trabajo de infiltración altamente cualificado.
El 16 de noviembre se efectuaron 35 nuevas detenciones, todas relacionadas con las manifestaciones convocadas por la Asamblea por la liberación de los 113 detenidos, efectuadas en su mayoría el 11 de noviembre en Granollers, Vic y Ametlla del Vallés.
A raíz de la manifestación en Vic, pasaron algunos detenidos por el dispensario. Estos fueron: Miguel López Ribas, de Malgrat de Mar; Narcís Fradera Bosch, de Mataró (con fortísimos hematomas en el pecho, espalda y rodillas); Javier Mitjá Serviá, de Arenys de Mar; Ángel Domínguez Calvo, de Tordera; y Javier Granell, de Calella de la Costa. A este respecto, el Gobierno Civil publicó una nota de prensa aclaratoria sobre los últimos acontecimientos, siendo contestada en breve por la oposición, que calificó el redactado de ridículo.
El despliegue de las fuerzas de seguridad en Vic fue impresionante. En la Plaza del Caudillo, había nueve autobuses, veinte furgonetas, doce jeeps, una tanqueta de agua, una grúa y quinientos miembros de la Policía Armada con metralletas. Los coches que llegaban eran obligados a volver atrás y la gente que bajaba del tren era puesta en fila contra la pared y registrada, por lo que para entrar en Vic era necesario dejar el carné de identidad a la Guardia Civil y recogerlo a la salida. La estrategia estuvo muy bien concebida, pues aquel día Vic fue una ciudad desierta a pesar de que se esperaba una concentración de veinticinco mil personas. Finalmente, después de la hora de comer, unas tres mil personas pudieron manifestarse en la Ametlla del Vallés y también en Granollers, concretamente en la Plaza dels Porcs y en la calle Clavé con gritos de «¡Assemblea de Catalunya!», «¡Amnistía y libertad!», «¡Llibertat pels 113!». Estos alborotos al final acabaron en detenciones tras ser volcado un coche de la Guardia Urbana, efectuándose unas cuarenta por la Guardia Civil. Otras concentraciones se efectuaron en Seva (barrio de Sant Andreu), Santa Mª de L’Estany, Tona, Pantá de Sau, Sant Juliá de Villatorra, Centelles, Balenya, Figaró, etc., y se impusieron 48 multas de entre doscientas mil y trescientas cincuenta mil pesetas. El 12 de noviembre de 1973, Sergio Gómez Alba, jefe Superior de Policía de Barcelona, firmó un informe enviado al gobernador civil, Tomás Pelayo Ros, sobre los hechos de Vic y Granollers y que a continuación describo:
«A través de los dispositivos de información montados por esta Jefatura Superior de Policía, desde hace tiempo se tenía conocimiento, y muy especialmente desde que el pasado día 28 de octubre fue desarticulada la ASAMBLEA AMPLIADA DE LA COMISIÓN PERMANENTE DE LA ASAMBLEA GENERAL DE CATALUÑA, y todos sus componentes detenidos por la Sexta Brigada Regional de Investigación Social, de que el día 11 de los corrientes se celebrarían los actos conmemorativos de la 1ª ASAMBLEA DE CATALUÑA, en la localidad de Vendrell (Tarragona), que más tarde fueron trasladados a la ciudad de Vich (Barcelona), a cuyo fin grandes masas, de millares de militantes y simpatizantes, de los distintos partidos políticos y organizaciones encuadradas en la COORDINADORA DE LAS FUERZAS POLÍTICAS DE CATALUÑA, se desplazarían el citado día a esa ciudad, ocupando la misma, entorpeciendo la circulación y mediante discursos, bailes y cánticos, explicarían la significación del acto, para más tarde producirse en manifestaciones y desórdenes callejeros de un claro matiz separatista catalán, pues sabido es que, en los puntos que propugnan, está el restablecimiento del Estatuto de Cataluña de 1932.
A fin de prevenir tales desmanes y esta demostración de fuerza de la ASAMBLEA GENERAL DE CATALUÑA, esta Jefatura Superior, en estrecho contacto con la Guardia Civil, trasladó a Vich a 30 funcionarios de la Brigada Social, al mando de un comisario, una Sección especial de la Policía Armada, una de ellas Especial, de las llegadas recientemente a esta ciudad, y un tanque de agua, aparte los coches y dotaciones del Departamento de Orden Público, para asegurar las transmisiones. Por otra parte, fuerzas de la Guardia Civil y de la Agrupación de Tráfico de esta procedieron, desde las primeras horas de la mañana del día de ayer, a la desviación en la carretera general de Barcelona a Vich, de los autocares y coches sospechosos de asistir a una concentración anunciada, no permitiendo el arribo a Vich de los mismos. El eficaz servicio montado por el personal de esta Jefatura Superior en colaboración con fuerzas de la Policía Armada y la Guardia Civil abortó y yuguló de raíz los planes subversivos previstos, y que sin duda habrían adquirido una gravedad extraordinaria. En el curso de este importante servicio, se procedió a la identificación y reseña de unas 3.000 personas, aproximadamente. A las 17.30 horas, se comunicó a la Comandancia de la Guardia Civil de San Pablo que diez autocares llenos de gente joven se dirigían a Granollers, procedentes de las localidades inmediatas a Vich, con el propósito de manifestarse en la misma y posteriormente en la Cárcel Modelo de Barcelona.
Informado de ello, esta Jefatura Superior dispuso de trasladarse a Granollers la Unidad Móvil Antidisturbios de Logroño y que se alertase a los coches Z de servicio. Se comisionó a los coches Z-1 y Z-4, para la vigilancia de la Cárcel Modelo, y al coche Z-3 para la Cárcel de Mujeres, al coche Z-2 la entrada a Barcelona por la autopista de Granollers, y al Z-7 por la N-II, y al Z-10 a la entrada de la carretera de Vallvidriera, adonde se podía llegar por una desviación de la general Granollers-Barcelona. El resto de los coches Z se emplazó en puntos estratégicos para la vigilancia de las calles y accesos a la cárcel Modelo, y por último se alertó a la Comisaría de la Brigada Móvil de la Estación de Francia y a las Patrullas Municipales, ante la posible llegada de manifestantes, utilizando las vías férreas.
Posteriormente, en la ciudad de Granollers, un grupo de unos 500 jóvenes de ambos sexos se manifestaron en la calle Museo esquina a la de Anselmo Clavé, portando pancartas con inscripciones en letras rojas de: LIBERTAD CAMACHO, NO JUICIOS TÉRMICA, VIVA COMISIONES OBRERAS, LIBERTADES POLÍTICAS, MONARQUÍA NO, REPÚBLICA, ESTATUT 1932, que fueron recogidas por agentes de la Policía Municipal, fuerzas de la Guardia Civil y Grupo de Información de Tarrasa y Sabadell. Durante el transcurso de la manifestación, un grupo de jóvenes asaltó y volcó el coche de la Policía Municipal conducido por el policía Don Juan José Acosta Jiménez, acompañado del de igual empleo Don Eusebio Aznar Pascual, causando varios daños al vehículo y sacando violentamente del interior del mismo al señor Aznar Pascual, originándole lesiones sin importancia. En medio de esta refriega los citados policías municipales fueron insultados por los manifestantes con gritos: HIJOS DE PUTA, ASESINOS, QUEREMOS LIBERTAD, OS VAMOS A QUEMAR EL COCHE. Personadas en este lugar fuerzas de la Guardia Civil, auxiliaron a los policías municipales y procedieron a la detención de treinta y cinco de los manifestantes que rodeaban el coche, detenidos que fueron trasladados a esta Jefatura Superior, practicándose las oportunas diligencias por la Sexta Brigada Regional de Investigación Social, que serán remitidas a la Autoridad Judicial competente.»379
Dictada la libertad provisional de los presos, fue revocada por orden del fiscal general del Tribunal Supremo, Fernando Herrero Tejedor, alegando la anormalidad de la situación, cuando trece de las mujeres detenidas ya habían salido en libertad380. Lo cierto fue que el jueves 15 de noviembre, los detenidos recibieron la noticia de su permanencia en prisión tanto en la Modelo como en la Trinidad.
El 22 de noviembre, Avui publicó una canción titulada Un nou cant d’esperança (la Cançó dels 113, también llamada la Modelesa, en alusión a la Marsellesa). Era un himno estimulante que corría por la cárcel Modelo desde el 7 de noviembre (2º aniversario de la Asamblea de Cataluña) cuya letra corresponde