De la investigación al libro. Lauro Zavala

Читать онлайн книгу.

De la investigación al libro - Lauro  Zavala


Скачать книгу
escrita, especialmente en forma de libros, revistas y fotocopias, los cuales tienen características necesariamente diferentes de la captura, transmisión y reproducción de la palabra y las imágenes por medios exclusivamente electrónicos.

      Es sorprendente que todavía exista una atención relativamente escasa dirigida al estudio de estos problemas en los medios universitarios del país.

      La formación de editores requiere el apoyo de investigadores dedicados a estudiar la articulación entre los procesos de producción del conocimiento y la palabra impresa. En los textos que siguen ofrezco el resultado de investigaciones de naturaleza básicamente documental, efectuada en bibliotecas, hemerotecas y archivos, con el apoyo de diversas bases de datos y redes de correo electrónico.

      De acuerdo con la información disponible en tales fuentes, durante los últimos diez años se han empezado a producir en lengua española trabajos de carácter general sobre las áreas del oficio editorial tan estratégicas como el dictamen de manuscritos (aquí abordado desde la perspectiva del autor), las ediciones anotadas (desde la perspectiva de la teoría textual), y las revistas especializadas de humanidades (aquí estudiadas desde la perspectiva del autor, el editor y el lector, respectivamente). Estos ensayos constituyen la parte medular de este libro, y tienen una intención formativa e informativa acerca de tales procesos editoriales.

      En los otros textos comento brevemente algunas de las relaciones que existen entre la investigación y la palabra impresa. De entre los múltiples aspectos posibles, he comentado aquellos que conozco mejor: la enorme riqueza y diversidad de los diccionarios especializados; el placer de explorar las librerías y las bibliotecas que un lector descubre cuando visita por primera vez una ciudad; la función estratégica de los profesores universitarios en la difusión de la palabra impresa; la utilidad de diseminar la información sobre las actividades profesionales de los investigadores; la utilidad de las fuentes documentales en la investigación fronteriza, la presencia de los libros en el cine contemporáneo, y algunos criterios utilizados para la escritura y evaluación de reseñas de libros especializados (las recensiones técnicas).

      Quiero señalar que tengo la suerte de haber experimentado de primera mano las características propias de cada uno de estos campos, no sólo como investigador, sino también como traductor, corrector, reseñista y dictaminador de textos que han sido el resultado de investigaciones universitarias, en el ámbito que me resulta más familiar: las ciencias sociales y las humanidades.

      Con la publicación de estos materiales pretendo contribuir a la revaloración de las condiciones de trabajo de quienes realizan uno de los oficios más nobles en la historia de la civilización.

      LOS LIBROS Y EL DICTAMEN EDITORIAL

      El dictamen editorial es el resultado del proceso mediante el cual un lector especializado en determinada materia lee un manuscrito con el fin de recomendar o no su publicación a la editorial que solicitó su evaluación.

      Cuando un lector común y corriente toma en sus manos un libro, difícilmente piensa en el proceso editorial que ha hecho posible su creación y publicación. En este proceso, el dictamen es un elemento determinante, pues de él depende el prestigio de toda casa editora.

      Aquí se intenta responder a las preguntas: ¿Qué elementos considera un editor-dictaminador para su evaluación? ¿Qué criterios aplica para evaluar estos elementos? ¿Qué características tiene el proceso de dictaminación? ¿Cómo se toma la decisión final?

      Podemos imaginar a un autor que, después de varios años de incontables esfuerzos, decide preparar su manuscrito para presentarlo ante una (o varias) editoriales. La cantidad de decisiones que están en juego determinarán el destino de su texto: desde la presentación física del manuscrito (su claridad, organización y limpieza) hasta las condiciones económicas de la casa editora, que pueden llegar a afectar su política editorial y, por lo tanto, el dictamen sobre el manuscrito.

      En México hay poco más de 500 empresas editoriales, con políticas editoriales, recursos y condiciones de producción diferentes entre sí. Sin embargo, en lo esencial toda casa editorial cuenta con un proceso de dictamen del que depende su decisión de publicar. Aquí seguiré el orden que existe en las editoriales más grandes, especialmente en lo relativo al libro universitario. Por supuesto, al referirme al “libro universitario” no solamente pienso en el libro editado por las universidades (como la UNAM, la UAM, la UAP y la UAG) en México, en las docenas de universidades norteamericanas y europeas que cuentan con sus propios departamentos editoriales (como Princeton, Oxford y Presses Universitaires de France), sino también en el libro editado por las grandes casas editoriales, que cuentan con mayor tradición, prestigio y experiencia, lo mismo en México (FCE, Siglo XXI, era,) que en Argentina (Sudamericana, Losada, Emecé, Corregidor) y en España (Cátedra, Castalia, Gredos, Barral).

      Hace aún pocos años, una editorial como Doubleday recibía cada año alrededor de 10 000 manuscritos no solicitados, de los cuales se publicaban sólo tres o cuatro. Actualmente, el trabajo de selección preliminar está a cargo de agentes literarios (profesión que en México es aún incipiente). Con el fin de no “privizar” (como lo opuesto a “publicar”) un libro, conviene conocer en detalle el proceso normal de dictaminación editorial.

      De ahí que en este trabajo me refiera básicamente a los libros de estas áreas (ciencias sociales y humanidades), si bien todo lo dicho en relación con su proceso de dictaminación es, en términos generales, aplicable también a cualquier otro tipo de libros, dentro y fuera del ámbito editorial universitario.

      Antes de ofrecer una respuesta a esta pregunta, es necesario detenerse un momento a establecer algunas distinciones funcionales y lexicales en torno al término “editor”, en oposición a la función del término de “dictaminador” o “lector editorial”.

      En general, podemos encontrar las siguientes acepciones del término “editor” (como un individuo, un equipo de trabajo o una instancia institucional), según las diversas funciones de aquel a quien se da este nombre:

      1. Crear proyectos editoriales.

      2. Costear y posibilitar el proceso editorial (o alguna de sus partes): de la creación de un proyecto editorial a la difusión y distribución del producto acabado (publishing house).

      3. Seleccionar al dictaminador o a los integrantes de la comisión dictaminadora editorial (publisher).

      4. Establecer contrato editorial


Скачать книгу