El erotismo y su sombra. Enrique Carpintero

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El erotismo y su sombra - Enrique Carpintero


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crisis de la novela familiar freudiana

      La familia patriarcal no es el único modelo que representa a la “familia” y al “padre”. Esta es una figura histórica cuyo ocaso da lugar a otras combinaciones entre los sexos y las formas de poder. No es que las formas de dominación como la explotación dejen de existir, éstas se renuevan, pero el patriarcado tradicional está desapareciendo como norma exclusiva de la organización familiar.

      Cuando se habla de crisis del sistema patriarcal se hace referencia al debilitamiento de un modelo de familia basado en la autoridad y dominación sobre la mujer y los hijos del hombre adulto heterosexual que es considerado el jefe de familia. En este sentido vivimos un momento de transición donde el patriarcado sigue siendo la estructura familiar dominante pese a que cada vez son más importantes los factores que han provocado su crisis. De allí que, quienes quieren seguir manteniendo esta estructura deben volver a legitimar aquellos valores que suponen eternos, naturales o divinos.

      Veamos algunos momentos de su desarrollo.

      La fotografía fue uno de los primeros ritos sociales de la modernidad. Desde finales del Siglo XIX la fotografía se transformó en un instrumento privilegiado para la representación de las familias. Cuando ir a un estudio fotográfico se hizo habitual y se extendió a las clases medias, la fotografía permitió eternizar los grandes acontecimientos de la vida familiar. Es así como la fotografía solemniza los rituales que se consideran necesarios para su funcionamiento: el casamiento, las reuniones de los padres con los hijos, las vacaciones, los amigos. Estos lugares, socialmente asignados, son comúnmente estereotipados al dar cuenta de un lugar idealizado donde uno puede observar sonrisas y abrazos que dejan de lado los resentimientos y las rivalidades que también forman parte del grupo familiar.

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      Imagen 1

      Entre las fotografías que guardo hay una de gran tamaño protegida por una antigua carpeta negra troquelada. La foto tiene una historia. A mediados de 1932 mis abuelos decidieron ir a un estudio para que sacaran una foto de la familia. Esa mañana sus cuatro hijos varones estaban con sus trajes cruzados y las mejores corbatas. Según se cuenta los menores no querían cambiarse ya que no entendían la importancia de ese momento familiar. El objetivo era hacer una copia para cada uno de sus hijos. Una forma de trasmitir un legado.

      La foto siempre me llamó la atención por la solemnidad de su imagen. Mi abuelo era el único que estaba sentado en un sillón de fina madera. Detrás, parada, mi abuela se destacaba por su elegancia. Alrededor de ella los dos hijos mayores; el de la derecha era mi padre. Adelante los dos menores. Uno de ellos con camisa, corbata y pantalón corto ya que tenía 12 años; el otro con un traje de pantalón corto pues todavía no había cumplido los 18 años. La vestimenta señalaba el lugar social y familiar al que cada uno pertenecía. Todos miraban seriamente la cámara para dar cuenta de la trascendencia de ese acto privado que iba a capturar la imagen. No hay que esforzarse para observar como allí están formalmente todos los requisitos necesarios que definen los rituales de una familia patriarcal de clase media urbana de la primera mitad del siglo XX (Ver imagen 1).

      La palabra “familia” viene del latín, deriva de famulus cuyo significado es sirviente o esclavo. Hablar de “familia” era equivalente a patrimonio (que deriva del latín patrimonium. Este término era utilizado por los antiguos romanos para los bienes que heredan los hijos de sus padres o abuelos) e incluía no sólo a los parientes, sino a los sirvientes de la casa del amo. En Roma designaba inicialmente al conjunto de los esclavos pertenecientes a una casa y por extensión se aplicaba a todas las personas, libres o esclavas, que en ella habitaban. También la palabra “familia” deriva de fames que significa “hambre”, de modo que los familiares, sean consanguíneos o sirvientes domésticos, son aquellos que sacian su hambre en una misma casa a la que el pater familias debe alimentar. Es decir, desde sus orígenes la familia se sustenta en el patriarcado.

      Entendemos por familia nuclear al modelo tradicional


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