Música y mujeres. Alicia Valdés Cantero
Читать онлайн книгу.el tema, publicado en España, concretamente en la revista Ritmo.
Y también mis mujeres músicas preferidas, mis santonas, sin distinciones de época ni de especialidad: Barbara Strozzi, que pedía en el siglo XVII a ver si le podían pagar un poco más por su trabajo de compositora; las pianistas actuales hermanas Labeque, divertidísimas de escuchar en directo; la fantástica y fuerte Teresa Berganza; la inmensa y cálida Ella Fitzgerald; mi supuesta antepasada, Beatriz de Die, trovadoresa que, según una cita, escribía versos más eróticos que la misma Safo; la pedagoga Nadia Boulanger de quien me hubiera encantado recibir lecciones; la malísima Reina de la Noche de La flauta mágica mozartiana, con sus perversos y punzantes agudos; las olvidadas Elisabeth Jacquet de la Guerre, Mariana Martínez, Cecilia Chaminade, Lili Boulanger, Fanny Mendelsshon; las mujeres que cantan nanas en cualquier época y lugar del mundo; la inteligente e innovadora Wanda Landovska; la indefinible Maria Callas; cualquier mujer que ejerza el insólito papel de percusionista; la esforzada Clara Wieck, estrenando obras de su marido Schumann y olvidando su propia (y estupenda) obra; las niñas huérfanas del Ospedale della Pietà veneciano en la época de Vivaldi; la Isadora Duncan de la Revolución Rusa; la pianista Maria Joao Pires tocando «esa» sonata de Mozart…
Pero, sobre todo y más que nadie, mis amigas Marisa Manchado y Pao Tanarro. Ellas aman la música sin limitaciones ni prejuicios, como aman a las mujeres también sin limitaciones ni prejuicios. Seguro que otras compañeras de género comparten y han compartido a lo largo de la historia estos dos afectos; ellas también han acabado por convertirse en mis santonas desconocidas.
Epílogo en 2019
No quiero ni puedo cambiar la historia de cómo se hizo nuestro programa de radio de Mujeres en la música, tampoco mis afectos a Pao Tanarro y Marisa Manchado y a la música, añadiría algunas mujeres más a mis santonas preferidas. Y como la vida sigue, tengo que decir que aquella hija pequeña, Luna, que yo transportaba antes de llegar a Radio Nacional tiene ahora un hijo y sigue peleando y trabajando como mi otra hija Marina y como hicimos nosotras por lo que aún nos queda, que es bastante.
1 Amelia Die, Marisa Manchado y Pao Tanarro (artículo aparecido en el diario Liberación del 20-2-1985).
2 He sido periodista durante más de 30 años, las últimas revistas en las que trabajé son Muy Interesante (jefa de edición) y Quo (subdirectora). Estudié en el Real Conservatorio de Música de Madrid y en varias escuelas de jazz y he trabajado en revistas como Ritmo, donde fui redactora jefa durante 5 años, y colaboradora de la sección de música en la revista Cambio 16. Posteriormente, me dediqué al teatro, estudié en la Escuela Municipal de Arte Dramático de Madrid (EMAD) y me licencié en Dirección de Escena en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid (RESAD). Actualmente dirijo la escuela de teatro y música: Taller de Artes Berlín Teatro, de la que soy fundadora y profesora. El programa de Radio 2 (Radio Clásica) de RNE Mujeres en la música fue en su día una de las actividades más satisfactorias para mí, fuimos pioneras investigando y difundiendo del papel de las mujeres en el arte y ejercimos así el activismo feminista.
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