La transición española. Eduardo Valencia Hernán

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La  transición española - Eduardo Valencia Hernán


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conmutándolos a treinta años de prisión.

      José Humberto Baena, Ramón García Sanz y José Luis Sánchez Bravo fueron ejecutados en Madrid, y los etarras, Juan Paredes Manot (Txiki) y Ángel Otaegui, en Barcelona y en Burgos. El resto de los condenados: José Antonio Garmendia Artola, Vladimiro Fernández Tovar, Manuel Blanco Chivite, Manuel Cañaveras de Gracia, Mª Jesús Dasca y Concepción Tristán fueron indultados.

      La presión internacional se hizo asfixiante cuando ocho países llamaron a sus embajadores a consultas como acto de disconformidad con lo ocurrido, respondiendo el gobierno con la convocatoria de una macro manifestación a favor suyo. En efecto, el primero de octubre, ante cerca de un millón de personas, según datos gubernativos, el Generalísimo hizo acto de presencia en su última alocución ante sus seguidores. Entre otras cosas, dijo:

      Ese mismo día, el presidente del gobierno, Carlos Arias denunció la injerencia de algunos países en los asuntos internos españoles, comentando que nada le desviaría del compromiso en el empeño de asegurar el imperio de la ley. Estas frases, fuera de contexto frente a lo sucedido en los días anteriores, encontraron fácil comprensión cuando el día después de la concentración multitudinaria fueron asesinados cuatro policías armados: Antonio Fernández Ferreiro, Joaquín Alonso Bajo, Agustín Ginés Navarro y Miguel Castilla Martín. El día 6, de nuevo tres guardias civiles más cayeron en acto de servicio, llegando la jornada a ser declarada por el gobierno como siniestra.

      Como era natural, ante la situación de máxima tensión política, la prensa no afín al régimen fue la primera en recibir los primeros impactos represivos. Los informativos Blanco y Negro, Mundo, Destino y la revista humorística Por Favor fueron secuestrados; incluso el periodista Antonio Burgos llegó a ser detenido y posteriormente puesto en libertad.

      Tras los fusilamientos continuó la presión internacional contra el gobierno español, incluso Olof Palme, primer ministro socialista sueco, se apuntó a una colecta en favor de la oposición española en su lucha contra el régimen franquista. No obstante, poco a poco, todo volvió a la normalidad con el regreso de los distintos embajadores, entre ellos los de Francia y Holanda.

      El día 7 de octubre, Lluís Mª Xirinachs fue puesto en libertad un año antes de finalizar su condena, pues estaba preso desde diciembre de 1973. Lo extraño de este hecho fue que coincidiera con la publicación del premio Nóbel de la Paz, donde Xirinachs era candidato; premio que se concedió al ruso Andrej Dimitrievic Sajarov.

      Pero todavía el mes de octubre guardaba alguna sorpresa al gobierno, y esta saltó el día 15 cuando se publicó el informe de la misión de la ONU destacada en el Sahara Español, por la que estaba de acuerdo con las tesis de autodeterminación del pueblo saharaui, y en sí, favorable también a España. En vista del resultado, el rey Hassan II de Marruecos anunció una gran «Marcha» sobre el Sahara Español, resultando de esto una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU a propuesta del embajador español, Jaime de Pinies, ya que según él: «Podría haber una tragedia».

      Por esas fechas, el Caudillo ya se encontraba gravemente enfermo. Según fuentes periodísticas, desde el día 14 de octubre sufría un proceso gripal que se complicó con una insuficiencia coronaria aguda, aunque en realidad se le había diagnosticado un infarto de miocardio. Desde entonces hasta su muerte, el calendario político del país fue derivando entre la agonía terminal del dictador y la solución final del conflicto saharaui. Esta desestabilización fue aprovechada principalmente por la oposición en el interior y también por el oponente marroquí ante la debilidad física del jefe del Estado.

      435. PUJOL, Jordi, op. cit., pp. 263-264.

      436. FRC, AJR, «Comissió Coordinadora de Forces Polítiques de Catalunya», Carpeta 105/54, 15-1-1975. Comunicado de la CCFPC.

      437. MHC, ASSEMBLEA, op. cit., pp. 98-100.

      438. FRC, AJR, «Comissió Coordinadora de Forces Polítiques de Catalunya», Carpeta 105/53, 1-1-1975.

      439. Tele/eXpres, 14/22-2-1975.

      440. Tele/eXpres, 5-3-1975.

      441. Edward Heath, primer ministro del Reino Unido (1970-1974). Durante su mandato se produjo la incorporación a la Comunidad Europea (1973). Fue reemplazado por Margaret Thatcher como líder del partido Tory y como primera ministra desde 1979-1990.

      442. ESTEBAN, Jorge de, op. cit., pp. 161-164.

      443. COLOMER, Josep Mª, op. cit., p. 74.

      444. Gerald Ford, presidente de EE.UU (1973-1976), sustituyó a Nixon por el escándalo Watergate.

      445. Tele/eXpres, 16-6-1975.

      446. Fundador en 1928 del Opus Dei. Canonizado por Juan Pablo II en 2001. Falleció el 27 de junio de 1975.

      447. FRC, AJR, «Assemblea de les Illes», Carpeta 54, 1-7-1975.

      448. FRC, AJR, «Comissió Coordinadora de Forces Polítiques de Catalunya», Carpeta 105/59, 1-7-1975.

      449. Tele/eXpres, 1-7-1975.

      450. Tele/eXpres, 29-7-1975.

      451. Mujibur Rahman, primer ministro de Bangladesh (1972-75).

      452. Haile Selasie, Emperador de Etiopía (1930-35 y 1941-74).

      453. Eamon De Valera, presidente de Irlanda (1959-73).

      454. Tele/eXpres, 5-7-1975.

      455. Tele/eXpres, julio-agosto de 1975.

      456. HERMIDA REVILLAS, Carlos, Historia y Comunicación Social, Madrid, UCM, 1977. También en MOLAS, Isidro, op. cit., pp. 191, 167, 196.

      457. Joaquín Viola, alcalde de Barcelona. Ejerció un gobierno inestable durante su mandato con constantes protestas vecinales. Fue destituido de su cargo por Adolfo Suárez y fue asesinado posteriormente junto a su mujer.

      458. FRC, AJR, «Comissió Coordinadora de Forces Polítiques de Catalunya». «Al Poble de Catalunya», Carpeta 105/62, 1-9-1975.

      459.


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