¡Quiero ver sangre!. Rafael Aviña
Читать онлайн книгу.Santo” (imaginamos que los busca en los Mausoleos del Ángel, donde reposan sus sagrados restos, porque el único y auténtico Santo murió en 1984...) Los de Seguridad Nacional se preguntan ¿El Santo?, y ellos mismos se responden: ¡Pero si Guzmán Huerta se fue en el 84!; se dan cuenta de su error y corrigen, recurriendo a su hijo para detener al villano de la cinta, Durango Sarmiento, interpretado por Luis Felipe Tovar en el papel de falso policía y líder de las minoritarias fuerzas invasoras (entre las que figura Blue Panther, de pena ajena) que, de haber vuelto a interpretar en esta cinta al comandante Elvis Quijano (el de Todo el poder), el Santito con todo y que su bmw vuela en medio de churriguerescos efectos especiales, no se la hubiera acabado.
Al empezar el nuevo milenio, y ya sin el original Enmascarado de Plata (Rodolfo Guzmán Huerta), no falta quien se ponga la máscara plateada, sin importar demandas y juicios. Así, en el 2001 Jeff Moffet se convierte en el –por única vez– nuevo Enmascarado de Plata de (sobre)peso completo en un film de Lee Gordon Demarbre. Su misión: investigar la desaparición de las lesbianas en el mundo, y no dejar que una raza de vampiros comercialice con ellas un filtro solar para que dejen la vida loca nocturna.
Entre 2002 y 2004 el Cine de Luchadores reposa plácidamente en el panteón del olvido. Las pocas películas que lo evocan responden más a la nostalgia por las viejas y divertidas cintas kitsch viradas al camp que están pasando lentamente del video al dvd, más que por intentos dignos o, por lo menos, interesantes por revivirlo. Ni Matando cabos, ni Nacho libre, la verdad, hacen mucho por el que tuviera en el arranque de los cincuenta su mejor época. Sin embargo, cual inesperado tope supersónico la fracción gay sale del clóset y se sube al ring con dos verdaderas curiosidades inscritas en el género del cine de luchadores (pero en su acepción xxx): La putiza y su secuela, La verganza, que resuenan y van resonando hasta los más recónditos estertores del culto en dvd.
Los intentos casi undergrounds (una nueva película de El Hijo de El Señor Tormenta: Sangre en la arena, filmada en 2006 en Guadalajara por los hijos de Julio Aldama con muchos ases del pancracio, que funciona a manera de homenaje al viejo Cine de Luchadores) se quedan solamente en el electroshock para revivir al muerto. Sin embargo sigue latente su fenómeno, a tal grado que Discovery Channel viene a filmar –dos años antes de la tormentosa nueva película sobre Tormenta (Jr.)– al D.F. un documental, que pasa regularmente en Discovery Civilization, sobre el Cine de Luchadores y su figura más representativa: El Santo.
Sin embargo, como cada vez es más difícil acceder a la pantalla grande y por ende al cine, el género, cual vampiro al que le remueven la estaca, se comienza a mover en el terreno de lo digital con unos dvd que si bien no salen completamente del underground, sí por lo menos se hacen notar en la transición del videohome al dvd. Cintas como El Charro de Tacubaya (que rescata a la que fuera Reina del Fantástico Mexicano, Lorena Velásquez, y a mi querido Fiscal de Hierro, don Fernando Almada), El campeón y sus amigos y El luchador implacable, protagonizadas por Dos Caras Jr., y un reciente documental hispano: Tres caídas, de Nacho Cabana, hacen cruzar los dedos a los fanáticos. Atlantis, que ya ha cumplido un cuarto de siglo fajándose como los buenos arriba del ring, hace su modesta aportación al género con la película Atlantis al rescate, donde –aparte de aplicar la atlántida y otras llaves– hace labores ecológicas a favor de los delfines (que ya quisieran Maná, Jaguares y hasta ecologistas de ocasión y marketing de último segundo como el Santito), que lo acreditan con Greenpeace, aunque en Estados Unidos lo acusen de dumping comercial.
Asimismo aparece una saludable andanada de programas televisivos sobre cadáveres exquisitos de culto: El Murciélago Velázquez, El Cavernario Galindo (y esperemos que no tarden los de Wolf Ruvinskis, Crox Alvarado y Nathanael León Frankenstein), documentales sobre mitos y leyendas, Historias engarzadas (Santo) y programas como La historia detrás del mito (como el dedicado a Huracán Ramírez) de este cine que se mantiene vigente como la mesa de fanáticos que más aplaude en televisión abierta, lo mismo que por el canal De Película y por un mal necesario (el mercado bucanero) que lo clona en dvd porque tiene una tan inusitada como emocionante demanda; además de los artículos nostálgicos de puntual recordatorio de una época –“De dos a tres caídas: 35 años de Cine de Luchadores”, de Mauricio Matamoros, en Rolling Stone, núm. 53 de marzo de 2007– incluyendo hasta ficheros de Cine de la Lucha Libre Mexicana (“Los Expedientes Secretos del Cine de Luchadores” donde el habilidoso Killer Film, aplicando la ley del menor esfuerzo, casi da gato por liebre) mantienen vivas las esperanzas de un regreso digitalmente mejor, aunque no vendría nada mal rezar, cruzar los dedos y unas cuantas veladoras.
Los últimos rumores del género en Internet (You Tube mediante) son tan ambiguos como excéntricos y pirados: una Momia Azteca (que no es el original Popoca, sino a juzgar por sus facciones más bien parece un pariente teotihuacano de Eddie, la mascota de Iron Maiden), dizque con producción de Warner Brothers, y parafernalia conchera de danzantes del Zócalo, mantiene a raya con tremendo cuchillo ¿cebollero? de obsidiana a un Mil Máscaras encadenado en una película de pura finta fotográfica, mucho ruido y pocas nueces digitales, que ni se sube a la pantalla grande, ni se trepa al dvd. El multifaces ya en horas extra anda filmando otra (Mil Máscaras héroe, mezcla de acción viva con animación manga) en la que, corre el rumor, tendrá mil alfombras (incluida la negra del barrio bravo). Desde la tercera cuerda de la insistencia y producción Región 4, Julio Aldama (hijo) le apuesta su resto de ganas, buenas intenciones y producción hasta donde alcance a un enmascarado de perfil medio y discreto en la última (¿y ya de veras nos vamos?) película que queda registrada en el 2008: Máscara Sagrada vs la mafia del ring.
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