Platón en Anfield. Serafín Sánchez Cembellín
Читать онлайн книгу.referimos, por ejemplo, al orden matemático que existe en la naturaleza a través de la geometría y las proporciones numéricas. Un orden que podemos apreciar cada día en las espirales logarítmicas, esferas, simetrías pentagonales, hexagonales y quién sabe cuántas formas más de las estructuras minerales, vegetales y animales que tenemos a nuestro alrededor.
El mismo orden infranqueable que estaba presente en el rectángulo de la falange y en el sistema con el que la Helade se proclamó campeona de Europa en 2004.
Todo el mundo criticó la fealdad del fútbol griego, pero fue tal vez porque no se pararon a contemplar la belleza de la humildad, de la sagrada comunión de los iguales, de los homoioi30 espartanos que fueron capaces de desafiar al talento de las potencias futbolísticas, asombrando al mundo igual que Leónidas y los suyos en las Termópilas.
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20. Para el desarrollo de esta reflexión he tomado como punto de referencia el artículo, «Gates of Fire», que mi amigo Bel Atreides ha escrito sobre el maravilloso libro Puertas de fuego de Steven Pressfield (Barcelona: Random House Mondadori, 1999). En www.belatreides.com
21. Los griegos consideraban la andreia, la valentía, como una de las virtudes o excelencias más importantes que puede tener un ciudadano.
22. Steven Pressfield: Puertas de fuego. Ob. cit., p. 294.
23. Ibíd., p. 56.
24. Ibíd., p. 58.
25. Ibíd., p. 295.
26. Ibíd., p. 407.
27. Ibíd., p. 408.
28. Ibíd., p. 409.
29. Ibíd., p. 410.
30. Homoioi quiere decir «los iguales» haciendo referencia al carácter uniforme de los ciudadanos espartanos. Hombres con un honor y prestigio que mantener, y cuya conservación empezaba por la obligatoriedad de sacrificarse por el bien de la polis.
Italia31
Herederos de Grecia
Futbolísticamente hablando Italia no es Grecia. Los italianos han levantado la Copa del Mundo nada menos que cuatro veces, y son una de las potencias futbolísticas más importantes. Sin embargo, si se me permite decirlo así, culturalmente Italia, es decir, Roma, sí es Grecia.
Es evidente que Roma nació con sus peculiaridades culturales, pero la influencia de las colonias de la Magna Grecia primero, y su propia expansión hacia el oriente helenístico después, provocaron que Roma acabara convirtiéndose en el indiscutible heredero cultural de los griegos.
Muy pronto llegaron a Roma poetas, filósofos, historiadores y un amplio espectro de intelectuales griegos que sembraron en Roma el gusto por las letras y la sabiduría griegas. Ya dijo Horacio en una ocasión que La Grecia conquistada conquistó a su fiero vencedor e introdujo las artes en el rústico Lazio.32 Así pues, Roma supo asimilar la influencia griega y enriquecerla con sus propias aportaciones. Muchos de los dioses griegos fueron incorporados al panteón romano, aunque, bien es verdad que en la religión romana se conservaron buena parte de las prácticas tradicionales que la habían caracterizado desde su origen.
Lo cierto es que si todo esto es así y si Roma es heredera cultural de Grecia, esto también debería manifestarse en la forma de entender el fútbol de los italianos.
¡ROMA INVICTA EST! Ese era el grito de guerra que lanzaba la primera línea de la legión romana cuando iba a entrar en combate contra los bárbaros. Estos se acercaban corriendo y gritando desesperadamente, pero al llegar ante los romanos, se encontraban un conjunto de hombres formados en una línea recta perfectamente trazada, una línea sin fisuras, contundente y lo suficientemente dinámica para derrotar con relativa facilidad a los hombres que proferían alaridos con el fin de infundir el terror en los corazones romanos.
Y es que los romanos llamaban bárbaros a estos pueblos contra los que se enfrentaban porque entendían que, frente a ellos, eran el orden, la armonía y la civilización; y por eso, como los griegos, cuando entraban en combate lo hacían de manera ordenada, con una disposición exquisitamente cuidada en la que cada hombre sabía perfectamente qué tenía que hacer y cuándo tenía que hacerlo.
Las señas futbolísticas de Italia las encontramos por este camino. Catenaccio, es decir, cerrojo. ¿Qué futbolero no ha tenido la oportunidad de oír este término cuando alguien se refiere al fútbol transalpino? Una vez que los italianos se cierran, cosa que hacen muy habitualmente, ya puedes ir pensando que tienes un problema serio, porque va a ser muy difícil encontrar el camino por el que entrar.
Lo hacen muy bien, tapan todos los huecos y además les gusta vivir en el filo, no se ponen nerviosos, aguantan la tensión tal y como la aguantaban los hombres que formaban la legión, y la aguantan porque llevan la estrategia y el orden en la sangre. En ella y con ella se siente cómodos.
Mucha gente dice que los partidos de la liga italiana son aburridos a pesar de las grandes estrellas que juegan allí. Seguramente dicen eso porque son partidos muy tácticos, en los que si no eres un erudito de las estrategias, lo que nos pasa a la mayoría, el partido casi transcurre sin que pase nada especialmente relevante.
Todos sabemos de los grandes técnicos italianos: Sacchi, Capello, Lippi..., son hombres que aman el control, el orden y la estrategia. Por si fuera poco no les suele faltar en el campo el Magister militum33 que prolongue sus decisiones, es decir, un Baressi, un Maldini o un Cannavaro que sea punto de referencia para todos los italianos que están en el campo.
Esos hombres parecen comportarse como el primus pilus, oficial jefe de la primera centuria del primer manípulo perteneciente a la primera cohorte. Este se adelantaba unos pasos para que todos pudieran verle y de manera solemne desenfundaba su espada que pocos segundos después dejaba caer. Era la señal de que todos los hombres debían seguirle hasta el final.
Algo así pasaba cuando Baressi tiraba el fuera de juego sacando a todo el personal de la cueva o cuando Maldini o Cannavaro daban un par de gritos porque había que poner al equipo diez metros más arriba.
Pero el fútbol de Italia no se reduce a eso. Tal vez el de Grecia sí, pero no el de Italia, porque los italianos han tenido, tienen y tendrán siempre, excelentes jugadores. Jugadores con una capacidad no solo táctica sino también técnica extraordinaria. Por eso no solo saben vivir en el filo, no solo son disciplinados y jugadores de equipo, sino que también son excelentes futbolistas y de repente, puede que cuando menos te lo esperes, te sacan una contra que te funde y adiós. Hablamos del contragolpe, la otra seña de identidad típica de los italianos.
El espíritu de la legión en el corazón del Calcio
El fútbol de Italia se basa, como el de los griegos, en la estrategia, esa es la idea: Roma heredera del helenismo; pero el fútbol italiano tiene mucho más. Es más rápido, es más dinámico, más audaz, en definitiva