Milton Friedman: la vigencia de sus contribuciones. Rolf Lüders

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Milton Friedman: la vigencia de sus contribuciones - Rolf Lüders


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produciendo muchas amistades quebradas, lazos familiares rotos, y muchas otras manifestaciones de la pasión y convicción con la que diferentes personas sostienen puntos de vista totalmente contradictorios. Cada individuo ha enfrentado, y no solo una vez, sino en muchas oportunidades y de muchas formas, necesidades de elección desagradables.

      El Sr. Friedman y yo, mientras mantenemos firmemente nuestra posición con respecto al gobierno chileno, sentimos una gran simpatía por nuestros antiguos alumnos. Sabemos que son personas honorables y compasivas. Respetamos sus decisiones y juicios individuales aun cuando difieran de las nuestras. No estamos dispuestos a darles la espalda. Por el contrario, vamos a seguir haciendo todo lo posible para ayudarles a superar los problemas y dilemas que enfrentan en estos tiempos difíciles y problemáticos, independientemente de sus convicciones individuales y puntos de vista.

      Economía, economistas y valores

      Gert Wagner H.

      Al término “economía” le corresponden múltiples significados, plasticidad que constituye todo un desafío para la comunicación. La expresión no solo alude al método, a los instrumentos analíticos y al resultado de su empleo; otro significado, por lo demás de uso frecuente, apunta al quehacer humano orientado a hacerse de bienes, lo que alguna vez se denominara los “negocios ordinarios de la vida”4, ámbito que en el mundo especializado de hoy se asocia a todo lo concerniente al mundo comercial, del trabajo y de la producción; al funcionamiento estatal y fiscal, a innovaciones de política que incidan en estos asuntos y otros similares. También se emplea para referirse a situaciones y contextos especiales. Por ejemplo, “la economía portuguesa está saliendo de un mal momento”, diagnóstico que posiblemente incluya alusiones a la evolución de indicadores tales como PIB, empleo, incertidumbre en la industria financiera, expectativas de inversión, reservas internacionales. De modo que “mal momento de la economía” sería una expresión sintética utilizada en la comunicación masiva que intenta resumir todo esto, incluido el ambiente de confusión, incertidumbre, temor y desencanto que suele caracterizar estas situaciones. Asimismo, el término economía en ocasiones se emplea con un significado más tradicional, como sinónimo de situaciones de limitación o reducción de consumo, necesidad de rebajar costo, justificación para fundamentar despidos de trabajadores y rescindir todo tipo de contratos.

      Para el individuo, por otra parte, el término podrá revestir un interés especial, primero por el nexo con su bienestar personal y, segundo, por ser un campo donde las personas, además de sus intereses más directos, podrán tener valores normativos, o sea, ideas de cómo debiera ser el mundo. Además podrán querer abogar por una u otra ideología, algo que pasa a tener un significado especial al momento de diseñar el camino a transitar por parte de la sociedad para que esta alcance una determinada meta.

      Lo que preocupa en las páginas que siguen es la economía entendida exclusivamente como método de exploración del comportamiento humano, individual y social, es decir, la economía como ciencia. Se busca no solo discutir lo que ella es, sino también explorar la eventual relación entre esta economía y los valores normativos; en particular, desentrañar si determinados valores están implícitos en el método de análisis. Para dar estos pasos y por razones que se aclaran más adelante, se distinguirá entre economía, valores y, por otra parte, economistas, o sea, las personas que emplean este método para explorar situaciones y problemas y que con sus instrumentos realizan predicciones. Ahora bien, el rasgo distintivo de estas páginas, lo que de alguna manera podrá distinguir la discusión que se propone, es observar estos elementos, o sea, economía, economistas y valores, desde un observatorio que a nuestro entender ofrece la posibilidad de miradas incisivas y potentes: el famoso capítulo sobre metodología de Milton Friedman publicado en 1953, el que es identificado en este ensayo como F/535.

      Economía es uno de los tantos campos donde la fructífera trayectoria de Milton Friedman ha dejado un nítido sendero. El autor es una personalidad ampliamente conocida como Premio Nobel, por sus aportes al desarrollo de esta ciencia social; intelectual público, promotor de nuevas miradas organizacionales a funciones sociales del Estado, versátil comunicador, convincente y temible polemista, un economista extraordinario del siglo veinte, una rara combinación6. En economía, sus aportes y preocupaciones son muchos y variados, y sin pretender un listado completo, van desde una teoría de precios simple y práctica hasta una monetaria esencial y con gran atención a detalles y circunstancias, pasando por temas como riesgo, distribución, consumo agregado, más otros que sería largo de enumerar.

      Las ideas sobre construcción de economía que F/53 propone y el énfasis en las etapas, formas y características de esta construcción facilitan una perspectiva fructífera para apreciar tanto el potencial como los límites de la disciplina, permitiendo también el ordenamiento y las interacciones entre los diversos actores: la disciplina, la persona que produce conocimiento con la ayuda de esta –el o la economista– y los valores normativos.

      El nombre y la vasta producción intelectual de nuestro autor difícilmente pasan inadvertidos; sus lectores rara vez son indiferentes a sus planteamientos y la literatura registra un torrente de comentarios, reflexiones, críticas, alusiones y citas que de un modo u otro son testigos de esta situación, donde F/53 no constituye una excepción. Mäki (2009, p. 47) sintetiza: “No cabe duda que este breve escrito de cuarenta páginas llegó a ser el más citado, el más influyente y controversial ensayo sobre metodología de la economía del siglo veinte, siendo evidente tanto el vigor como la diversidad de su impacto y recepción. Para muchos economistas el ensayo ha ayudado a moldear las concepciones sobre cómo hacer y defender lo que consideran buena economía. También ha llevado a que muchos otros manifiesten su desacuerdo con los planteamientos del ensayo, señalando que la concepción científica sugerida por F/53 es profundamente errónea, incluso peligrosa para las aspiraciones cognitivas y la responsabilidad social de la economía. Tales desacuerdos no han disminuido con los años desde su publicación y en general una referencia a expresiones tales como: la visión metodológica de Friedman, el instrumentalismo de Friedman, o bien, la metodología del como si de Friedman, típicamente revelan que la expresión se emplea de manera aprobatoria o bien desaprobatoria y ello a menudo con marcada intransigencia” (traducido especialmente para esta nota; cursivas en original).

      Una voluminosa literatura ha florecido a lo largo de este más de medio siglo en torno a F/53, algo que aquí no se intenta sintetizar ni comentar. El punto que aquí se subraya y aprovecha es más práctico o empírico: es la llamativa asociación que se observa entre el modo en que se genera la producción de conocimiento económico en el mundo de hoy y las ideas y proposiciones sobre construcción de economía del escrito de Friedman. Correlación, como se sabe, no es sinónimo de causalidad; la primera, la praxis en la economía, tal vez ayude a comprender el interés suscitado por el artículo, o, tal vez, la causalidad fluya en sentido contrario, con F/53 incidiendo en la metodología con que se genera la disciplina. Tampoco corresponde rechazar la posibilidad de un tercer aspecto que figure tras los canales anteriores, eventualmente la difusión de la cultura de la ciencia, o, simplemente, que la interrogante aún no cuente con explicación satisfactoria. Pero lo que cabe afirmar es que en la práctica de la producción de economía se observa –recurriendo a una conocida expresión del artículo– que muchos economistas actúan y siguen procedimientos “como si hubiesen leído F/53.”7

      Digamos también que se trata de un ensayo con significado y utilidad para todo economista, más allá de que comulguen o detesten las ideas más generales sobre organización social de este autor8. F/53 es un artículo visionario: expresa en pocas páginas, escritas hace sesenta años, una manera de hacer economía que, contando con raíces profundas en el pasado, básicamente se continúa practicando en el presente. El mérito de nuestro autor es reflexionar con lucidez sobre esta práctica, logrando revelar el criterio completo de validación implícito en lo que la profesión estaba haciendo a mediados del siglo veinte, un camino por el cual continúa hoy día.

      Su artículo desmenuza y sintetiza los rasgos esenciales de las etapas en que subdivide la construcción de la economía, fundamenta sus elementos críticos y, de paso, identifica el carácter general de este método de análisis social, con lo cual facilita también


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