Actividades físicas y deportes adaptados para personas con discapacidad. David Sanz Rivas
Читать онлайн книгу.(presencia o no de enfermedad)
Figura 1.6. Diferencias entre la concepción tradicional y la actual de salud (Generelo, 2001; pág. 117).
Volviendo a la propuesta del ICF (OMS, 2001), se presentan dos listados básicos de dominios o componentes que hacen referencia a la salud de la persona: a) funciones y estructuras corporales, y b) actividades-participación. El concepto de funcionamiento acuñado en el título de la clasificación se puede considerar como un término global, que hace referencia a todas las funciones corporales, actividades y participación, de manera similar a como la discapacidad engloba las deficiencias, limitaciones de la actividad o restricciones en la participación, tal y como vimos en la clasificación anterior. Una de las principales aportaciones de la ICF reside en la identificación de una serie de factores contextuales que interactúan con el resto de constructos (figura 1.7).
Veamos y analicemos cada uno de los elementos que se contemplan en esta nueva clasificación de componentes de la salud. Cuando seguimos hablando de deficiencia, hacemos referencia a problemas en las funciones3 o estructuras corporales4, ya sea por una desviación significativa respecto a la “norma”, ya sea por la pérdida de alguna de esas funciones o estructuras (figura 1.8). Dichas deficiencias deben ser parte o una expresión de un estado de salud, pero no indican necesariamente que esté presente una enfermedad o que el individuo sea considerado un enfermo. Los componentes actividades y participación cubren el abanico completo de dominios que indican aspectos relacionados con el funcionamiento, tanto desde una perspectiva individual como social. Por un lado, la actividad es la realización de una tarea o acción por parte de un individuo, por lo que una limitación de la actividad estaría constituida por las dificultades que ese individuo puede tener en el desempeño o realización de determinadas actividades. Por su parte, la participación sería el acto de involucrarse en una situación vital, de manera que una restricción en la participación estaría constituida por los problemas que un individuo puede experimentar al involucrase en determinadas situaciones, en las que la actividad física y deportiva será considerada como una más. Por lo tanto, la mayor o menor afectación de alguna o varias de esas estructuras o funciones es lo que va a determinar la menor o mayor capacidad para que el individuo pueda desempeñar las actividades que son normales en su caso, así como su participación en ellas.
Figura 1.7. Interrelación de conceptos de la ICF.
Así pues, nos encontramos ante un amplio espectro de discapacidades o colectivos que pueden ser objeto de nuestra intervención como docentes o profesionales de las CAFD. La propuesta de clasificación de los colectivos especiales que realizan Simard, Caron y Skrotzky (2003) se articula en torno a los sistemas psicosomáticos afectados, para los que establecen, de forma simplificada, un diagnóstico (figura 1.9).
Por su parte, Kelly (1995) enumera un amplio grupo de discapacidades y problemas de salud que supone un consenso para acotar las áreas de trabajo en el ámbito de la educación física y la recreación con personas con discapacidad, a saber5: retraso mental, sordera y deficiencia auditiva, habla y trastornos del lenguaje, ceguera y deficiencia visual, alteraciones del comportamiento, problemas de aprendizaje, parálisis cerebral, distrofia muscular, espina bífida, amputaciones, lesión medular, problemas posturales, artritis juvenil reumatoide, enanismo, osteogénesis imperfecta, autismo, lesión cerebral traumática, problemas cardiovasculares, tuberculosis, nefritis, asma, anemia, hemofilia, leucemia, diabetes, envenenamiento, multidiscapacidad, sordoceguera, déficit de atención e hiperactividad, SIDA y problemas de toxicomanías.
FUNCIONES CORPORALES | ESTRUCTURAS CORPORALES |
Funciones mentales / intelectuales | Estructuras del sistema nervioso |
Funciones sensoriales y del dolor | Ojo, oído y estructuras relacionadas |
Voz y funciones del habla | Estructuras involucradas en la voz y el habla |
Funciones cardiovasculares, sistemas hematológico, inmunitario y respiratorio | Estructuras de los sistemas cardiovascular, inmunitario y respiratorio |
Funciones de los sistemas digestivo, metabólico y endocrino | Estructuras relacionadas con los sistemas digestivo, metabólico y endocrino |
Funciones genitourinaria y reproductora | Estructuras relacionadas con los sistemas genitourinario y reproductor |
Funciones musculoesqueléticas relacionadas con el movimiento | Estructuras relacionadas con el movimiento |
Funciones de la piel y estructuras relacionadas | Piel y estructuras relacionadas |
Figura 1.8. Funciones y estructuras corporales dentro del contexto de la salud (OMS, 2001).
CATEGORÍAS | TRASTORNOS | DIAGNÓSTICO |
Limitaciones psíquicas | Mentales | PsicosisNeurosis |
Retraso mental | Debilidad mental leveDebilidad mental mediaDebilidad mental grave | |
Socioafectivos | Alteraciones en la infanciaAlteraciones en la adolescenciaAlteraciones en adultos y mayores | |
Drogas y alcoholismo | Toxicomanías | |
Limitaciones somáticas | Organomotores | ParálisisAsma y otrosTrombosis y otrosDiabetesSobrepeso |
Sensoriomotores | CegueraSorderaApraxia | |
Relacionados con la maternidad (prevención) | Embarazo (estado) | |
Relacionadas con el envejecimiento | Senilidad | |
Coronarios | Infarto |
Figura 1.9. Clasificación de los colectivos especiales según los sistemas psicosomáticos afectados (Simard, Caron y Skrotzky, 2003; pág. 13).
Estableciendo un símil con la conceptualización clásica del comportamiento humano basado en el procesamiento de la información, ubicaremos las discapacidades sensoriales (visuales o auditivas) en el nivel perceptivo, donde la incidencia del déficit de la persona se refleja primordialmente en la captación y el análisis de la información que recibe del entorno en el que se encuentra (figura 1.10). En segundo término, ubicaremos las discapacidades intelectuales, en las que la disfunción reside en la capacidad de la persona para procesar la información del contexto y tomar decisiones, amén de en otros problemas comportamentales debidos a alteraciones de la conducta. En última instancia, encontraremos las discapacidades físicas, en las que el problema se circunscribe al ámbito motor de la persona, limitando o condicionando su capacidad para de senvolverse con su cuerpo en la actividad físicomotriz en la que participa.
Volviendo a la ICF, encontramos que las actividades vitales que pueden ser objeto de una restricción en la participación de la persona con discapcidad son las siguientes: a) aprendizaje y aplicación de conocimientos; b) tareas generales y demandas; c) comunicación; d) movimiento; e) cuidado personal; f) áreas de la vida doméstica; g) relaciones interpersonales; h) áreas superiores de la vida, e i) vida comunitaria, social y cívica.
Desde el punto de vista de las actividades físicas y deportivas, objeto de esta obra, prestaremos una mayor atención a aquellas que requieran nuestra intervención para superar las restricciones que pudieran limitarlas, principalmente la comunicación, el movimiento o las relaciones interpersonales.
Autores como Kiernan, Butterworth, Schalock y Sailor (1993) o Verdugo (2002a) indican que la discapacidad no está fijada ni dicotomizada, siendo más bien fluida, continua y cambiante, dependiendo de las limitaciones funcionales de la persona y de los apoyos disponibles en el ambiente personal. La mayor o menor disponibilidad de recursos facilitadores, la presencia de unas características personales más positivas por parte del sujeto, o la menor presencia de barreras, entre otras cosas, contribuirán a que la persona con una deficiencia cualquiera pueda realizar actividades en la medida en que ésta se lo permita, minimizando la restricción en la participación en tales